lunes, 2 de julio de 2018




Édgar Martín – “Para los que aún no saben que les gusta la música clásica”.
Editatum – Conocimiento y Saber – Guía de Burros – 2018, 124 páginas.
¿Por qué son especiales guías sencillas y amenas como ésta? Si contestamos a manera del propio E. Martín, insigne pedagogo musical y director de orquesta, podríamos decir que ante las carencias eméritas de nuestro sistema educativo resultan necesarias este tipo de introducciones al arte sonoro, aunque solo sea para quitar los estereotipos temerarios ante la mal llamada música “clásica”. Destacando el texto directo y falto de florituras metafóricas, además de las logradas caricaturas de Carmelo Caatrad de los compositores, no ofrece dificultad alguna para adentrarse sin miedo en el universo de los grandes músicos de la historia. No son todos los que están, sin duda, pero son todos los que están.
¿Por qué sería tan importante una asignatura troncal en todo sistema educativo? El ser humano vive rodeado de música, de estímulos sonoros. Una nebulosa sonora nos envuelve continuamente y la lista de estímulos se hace interminable a lo largo del día y la música ha sido compañera de la humanidad desde los tiempos infinitos. Así pues, tal y como dijo el músico húngaro Zoltan Kodàly (que no está en la lista, por cierto) en una conferencia de la UNESCO en 1950 sobre Educación Musical; el tema a disertar era "¿Qué edad es buena para comenzar la Educación Musical en los niños?", respondió: “nueve meses antes del nacimiento". No podemos entender por tanto una vida sin música. Hay sistematizado todo un lenguaje musical desde el siglo XI, pero ¿la música se escribe?, pues me atrevería a decir que la música es nuestro lenguaje más arcaico, nuestra lengua innata. La música ejerce un impacto directo sobre la tonalidad del ser infantil, para el niño, es sinónimo de movimiento, el juego, actividad, emoción. En sus primeros contactos con la música. La influencia de la educación musical en el nivel inicial es importante porque así nos nutrirnos de la sensibilidad y la emotividad de los niños y niñas enseñándolos a conocer la belleza y a descubrir el placer estético.
Pero… ¿es tarde cualquier edad para adentrarse en la música clásica? Yo diría que no; muchos compositores han desarrollado sus cuadernos de “música para niños”, no solo para la edad infante sino para los “no tan niños”. Si bien el desarrollo cognitivo es más fuerte en la edad infantil, el saber no ocupa lugar y si muchos/as no deseamos dejar de asimilar nuevos conocimientos y adentrarnos en nuevos campos de la investigación y el saber constantemente, nunca es tarde si la dicha es buena. Esta guía es buena para dejar de ser “burros” y descubrir esta nueva experiencia. Un buen punto de partida con breves anecdotarios de los artistas, con recomendaciones de obras para adentrarse en los mismos. A partir de ahí la Providencia proveerá si se desea seguir adentrándose en el arte sonoro, que yo afirmaría que sí. Esto es solo el principio de un gran abanico de posibilidades.
Luis Suárez

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