Lourenço, Sofía. Caminos Andaluces. Obras de
Ernesto Halffter, Albéniz y Manuel De Falla.
Arda Recorders DDD · 45’ · **
La reconocida pianista
portuguesa Sofia Lourenço ha dedicado un gran esfuerzo a promover la música
clásica para piano de compositores portugueses tanto en conciertos como en
grabaciones con gran éxito. Aquí se adentra en un camino espinoso con obras
maestras de compositores españoles del Siglo XX, con piezas que no siempre
recorren Andalucía, como marca el título del disco, también van Aragón o
Asturias…
La gran colección de 12
movimientos “Iberia”, divididos en cuatro Suites, de Albéniz es esencialmente
un conjunto de poemas que representan diferentes áreas de Andalucía, que
aprovecha al máximo las sonoridades del piano para darle a cada movimiento esos
colores sonrojados y borrosos asociados con la música impresionista y
nacionalista. Parte de ese impresionista lavado de color del músico de
Campodrón se pierde porque la sensibilidad rítmica de la interpretación es
lenta y equivocada, desde la consideración impresionista de "Evocación"
hasta las danzas acentuadas pero elegante de "El Puerto" y las
frágiles curvas contrastantes del "Corpus Sevillano". Se aleja de las
grandes versiones, como las imprescindibles de Alicia de Larrocha y/o Esteban
Sánchez (que son de estudio obligado) y no llega a las exigencias, casi
inaccesibles para la época, de una de las partituras cumbre del piano moderno.
Las esencias folklóricas se pierden por la extenuación de la interpretación y
como se mencionara hace que se evoquen, irremediablemente, los ejemplos
interpretativos citados, entre otros muchos. La naturaleza
"reflexiva" de la mayor parte de “Iberia”, resalta los aspectos
meditativos de la obra, pero desde la apertura de “Evcación”es particularmente
contemplativa y no resalta adecuadamente la textura evocadora de estados de
ánimo en sus armonías y de danzas españolas en sus ritmos.
Del mismo modo, en la
“Cuatro Piezas Españolas” para piano de Manuel De Falla, uno no puede
virtualmente sentir los dedos elegantes y ágiles de la maestra portuguesa, tocando
las teclas con la habitual que no se siente aquí lo bastante sólida y no es
capaz de transmitir la amplia variedad de estados de ánimo que De Falla nos
describe. Los giros de "Aragonesa" están ejecutados sin la gracia de
la danza, y hay un intento de fastuosidad que no sin embargo no aprovecha al
máximo el piano en "Cubana". Se pierden los grandes barridos,
redobles y ritmos alegres. De nuevo Larrocha y Sánchez se extrañan. Una pena
tras lo demostrado en grabaciones de la solista anteriores, mostrándonos
entonces joyas de música clásica portuguesa.
Luis Suárez