Juan Durán. Obras para orquesta. Variaciones sobre un tema de Pablo
Sorozabal, Cantiga Finisterrae para múltiples voces de luz, Alborada de noite e
de luz, Divertimento, Fanfarrias Xacobeas, Troula, Cervantina, Dona nobis
pacem.
Orquesta Sinfónica de Galicia. Osmo Vänskä, Víctor
Pablo Pérez, Rumon Gamba, Dima Slobodeniouk. Grabaciones en vivio.
RDC. D.L: 1641_2023. · DDD · 135’ · *****
Nos encontramos con un
esperado registro en cd de obras orquestales del compositor gallego, Juan
Durán, realizadas por la Orquesta Sinfónica de Galicia, publicadas bajo el
sello RDC. Son grabaciones desde 1994 hasta el 2020 y que fueron hechas en el
Palacio de la Ópera, excepto la última, “Dona nobis pacem” (elegía por los
fallecidos en la Pandemia del Covid-19).
“Alborada de noite e de
luz” (2012), a la que hay que añadir la grabación efectuada en 2008 de “Cantiga
Finisterrae” (1999), ambas avaladas por intérpretes de la talla del Orfeón
Donostiarra, el Coro de Cámara del Palau y la Sinfónica de Galicia; solistas
como Lola Casariego y José Antonio López y la dirección nada menos que de
Víctor Pablo Pérez. “Cantiga Finisterrae” (cantata en cinco movimientos), sobre
un poema de Miguel Anxo Fernán-Vello, por encargo de la Orquesta Sinfónica de
Galicia (OSG) para celebrar el cambio de milenio. “Alborada de noite e de luz”
fue escrita entre 2011 y 2012 y estrenada el 12 de mayo de 2012 en el marco del
concierto inaugural del Festival Mozart. Lleva por subtítulo Suite sinfónica sobre temas populares Gallegos.
La idea fue construir una obra sinfónica utilizando como material temático,
susceptible de ser desarrollado, algunas piezas o simplemente citas populares
tomadas del folklore gallego.
“Variaciones sobre un
tema de Pablo Sorozábal” (1993), elogia al músico donostiarra, transitando por
un clima suave y levemente melancólico, bajo la belleza de las cuerdas, por
momentos de armonías bartokianas, con
instancias donde se lucieron en solos la viola y el violín, sin faltar la canónica
fuga; todo ellos lleva a una obra variada, atrayente y expresiva.
“Divertimento” (2006), es una muestra indiscutible
de talento mediante la paleta de cueras, donde de nuevo el recuerdo a Bèla
Bàrtok a veces se muestra patente; el ritmo intenso y obsesivo de muchos
fragmentos; la repetición mediante la acertada distribución de tempo lentos y
rápidos; dividido en cinco movimientos con una frescura demostrada en la
interpretación.
“Fanfarrias Xacobeas”
(2010), es una obra breve, a modo de exaltación nacionalista bajo una forma
bitemática, donde se perciben citas del Himno
Gallego, sobre todo hacia el final de la obra, donde el motivo es más
evidente."
“Troula” (2016), para
coro y orquesta basa su arquitectura sinfónica en temas de la música gallega,
del folclore o propias y ajenas, perfectamente combinadas. El coro infantil
canta al unísono los primeros versos del tema popular “Rosa de Abril” y reciben
respuesta armonizada de los mayores. Es una bella obra basada en la introspección,
saudade, alegría y fiesta, con todos los recursos vocales e instrumentales.
“Cervantina” (2016), es una
suite sinfónica sobre temas españoles, tomando temas fácilmente reconocibles
por cualquier amante de la música, como la “Fantasía de Mudarra, Guárdame las Vacas”,
“La Folías de España”, “las Tres Morillas”, “De los Álamos Vengo”…) música toda
en torno a la época de Miguel de Cervantes.
“Dona Nobis Pacem” (2020),
es donde la música se vuelve una posible aliada para expresar la sensación de
pérdida e incertidumbre, aquello que no se puede expresar ya con palabras, la
música aporta hasta los límites de la expresión posibles. La elegía parte de un
entramado compacto en las violas y chelos, acompañado con gran sencillez por el
arpa. Las cuerdas vuelven a aumentar brevemente la intensidad y anuncian el
trabajo melódico que, lentamente, comienza a emerger como una pequeña luz de
esperanza. Un gran clímax se rompe abruptamente para dar lugar al lamento del
chelo con un arpa que, evocadoramente, le da un aire ensoñador
Víctor Pablo Pérez, gran apoyo
y difusor de la obra de Durán, aporta sapiencia, sensibilidad y efusión. Cuida
la expresividad hasta los límites y extrae las grandes sonoridades de hermoso
sonido de una orquesta en estado de gracia y madurez. Extrae de la obra de Durán
su mensaje, no solo para los van a analizar la partitura, sino también para el público
general que acude a disfrutar de la música en estado puro.
Se puede decir que Durán busca
y encuentra el ideal equilibrio entre ser lo más entendible posible y no caer
en la vulgaridad, aprovechando el filón de la música nacionalista, creando un
colorido de alguien que entiende y domina perfectamente los poderes tímbricos
de orquesta, solistas y coro, manteniendo el interés, control y emoción hasta
el final de cada partitura. Sigue un camino generado en el Siglo XXI, donde existe
un resurgimiento de la tonalidad, un género a menudo repudiado en las décadas
finales del Siglo XX por la vanguardia. Pero la clásica, denominado moderna, no es sólo la música en sí,
también es una revolución sumada a que hay que arriesgarse y envolverse en lo
más alto para embarcarse en este tipo de arte sonoro y volver sobre la senda
marcada ante la imposibilidad de seguir por la abstracción total e impopular,
de la mal denominada tendencia contemporánea. La libertada para la expresión
artística se da en estos tiempos y se deben aceptar todas las tendencias,
cuales sean las decisiones de cada creador. Durán, en concreto, crea florituras
orquestales, con un toque de armonías ajustadas, estructuradamente formal, desde
la forma simple a la libertada rapsódica, donde las extremas complejidades
rítmicas, armónicas y melódicas pueden desarrollarse orgánicamente de una
manera casi tradicional a pesar de su apasionante sentimiento entre neocásico y
modernista.
Las piezas, grabadas aquí
por la asombrosa Orquesta Gallega, a la cual hay que agradecer grabar y
recuperar para la edición en disco las interpretaciones en vivo, pertenecen a
la música clásica moderna autónoma y brillan con intensidad ante la valiente difusión
de los músicos nacionales. Se nota que las obras escogidas cobran vida y resulta
un placer para nuestros oídos.
Luis Suárez