El sonido salvaje de
los años 20’s. Obras de Ernst Toch, Kurt Weill, Bèla Bartok, Ernst Krenek. Coro
y Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera.
BR KLASSIK · DDD · 70’ · ****
Ya lo dice el nombre, la loca y luego prohibida música de la
década alemana de los años 20 del pasado siglo XX, luego silenciada por el Régimen
Nazi. Autores exiliados en los E.E.U.U., grandes compositores atrevidos,
orquestadores excelentes. Ingeniosos, modernistas musicales dentro de la
tendencia de la República de Weimar… Solo Ernst Toch hubo regresado a Viena de
su exilio en las resecas colinas de Hollywood. Sus “Danzas” en miniatura
instrumental, Op.30, son piezas cortas y concisas que abundan en efervescencia
y coloratura, que parece recordar los sentimientos nostálgicos de Toch sobre la
Europa que conoció antes de que la Alemania de Hitler lo obligara a
abandonarla.
Otra apuesta son las “Siete Canciones Medievales” de Kurt
Weill para coro. Esta obra, al parecer, es una combinación perfecta de timbre
de voz y sonido deseado por el compositor, hermosa combinación de tono y color.
Es el tono pesado, formal y sombrío de la música lo que combina tan
perfectamente con el coro, que sigue con “Tres Coros Mixtos a Capella, Op.22”
de Ernst Krenek compuso entre su juventud idealista en Alemania en 1923, antes
de un exilio más amargo en los E.E.U.U., que bien puede representar lo mejor
que Krenek tiene para ofrecer en términos de música coral alternado con
secciones tonales o atonales "libres".
El epílogo de la grabación es la “Suite de danzas para
orquesta, Sz.77” de Bartok, brillantemente dirigidas con el mejor sonido
posible en expresión, tempo y ritmo general, con muchos de los finos detalles
de fondo, con las dimensiones y los colores completos de la orquesta.
Las obras protagonistas son interpretadas fabulosamente bien,
como si fuera por un largo conocimiento y afecto por las partituras, fuertes, nítidamente
delineadas y tomadas a un ritmo vertiginoso o pausado, según las exigencias de
cada partitura. Toda la música es fácil de entender y puede atraer a los
oyentes que gustan de la música tardía y más desafiante de aquellos locos y
fascinantes que una vez a la fuerza se fueron.
Luis Suárez