Camerata Musicalis – Lorenzo Moncloa, tenor; Rosa
Miranda, soprano; David Botello, narrador; Édgar Martín, director y
presentador. Nuevo Teatro Apolo, Madrid (2 de febrero del 2020). - ¡Viva la Pepa!,
Antología de la Zarzuela.
Penúltimo concierto que pudo dar la agrupación orquestal
antes de la Crisis del Covid-19 en nuestro país, y sin duda un gran bálsamo de
alegría y optimismo. Hay que reseñar que muchas de las orquestas y solistas
están abriéndose, en estos momentos de confinamiento, para sacar a la luz, por
internet en sus diferentes plataformas abiertas, conciertos en vivo desde sus
lugares de retiro obligatorio y como es este el caso, grabaciones de los mismos
para levantar el ánimo y saciar, lo más posible, la ansiedad de los
conciudadanos. A todos ellos/as, muchas gracias.
Aquí el Maestro Martín vuelve a destacarse, una vez más,
como excelente pedagogo en su afán de acercar la música clásica a todo tipo de
público. Un divertido e interesante guion a través la historia constitucional
de España, a través de las diversas Constituciones proclamadas en nuestro convulso
viaje político. Para ello utiliza como punto de salida “La Pepa”, Constitución
de las Cortes Liberales de Cádiz (en plena ocupación francesa) de 1812. Para ello
se sirve de comenzar con la obra “Cádiz” de Federico Chueca, auténtico
protagonista casi absoluto de la sesión. El resto del programa contó con la
inestimable colaboración de otros compositores consagrados al género, como Barbieri,
Chapí, Alonso, Pablo Luna o Moreno-Torroba. Cabe destacar la inestimable
colaboración del trabajador de TeleMadrid, David Botello, desde cuyas
aportaciones historiográficas se apoya fielmente el guion a la realidad. Su
papel de narrador flexible y siempre entregado al juego del escenario hizo muy
notable su presencia. Solo decir que se quedó un poco por explicar más el significado
desastroso de nuestras tres Guerras Civiles “Carlistas”. Pasemos a los dos solistas
líricos; Lorenzo Moncloa hizo notar su perfeccionista modulación y potencia
vocal, llegando muy bien entre las octavas agudas y graves, y un gran poderío
de teatralidad. Rosa Miranda se prestó bien en su interacción entre orquesta,
dirección y público, demostrando también una gran teatralidad y dominio vocal;
a destacar su pael en “El Niño Judío” de pablo Luna. Édgar Martín, como nos
tiene acostumbrados, se viera como gran dominador de la situación, con un
perfecto equilibrio entre lo cómico – didáctico con el público y su papel de
director de orquesta, de gran poderío musical de interpretación, con ilusión y
rigidez en la batuta. Lo cual no es nada fácil, ni cualquier director está
dotado para ello. La paleta orquestal se mostró de nuevo segura y flamante
sobre las tablas, dominando la difícil situación de unas partituras que van
desde el romanticismo clásico hasta el nacionalismo folklórico, con un perfecto
equilibrio entre las secciones de cuerda, viento y percusión.
En definitiva, un gran momento esencial para recordar
nuestro patrimonio, y que toda la familia se sienta muy a gusto entre el
aprendizaje y descubrimiento musical, de una manera amena y divertida.
Luis Suárez
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