01/03/19 – Auditori
Josep Carreras de Vila-seca (Tarragona) - Judit Neddernann con Pau Figueres
Judit Neddermann, una de las cantautoras con más fuerza del
panorama musical catalán actual. Sus melodías y letras, elegantes y sin
estridencias que muchas veces tienen un punto de nostalgia, se pudieron
disfrutar en el concierto acústico que ofreció en el Vila-seca. Con una acústica deslumbrante del recinto, Neddermann
consiguió, con sus canciones, que el oído fuera el sentido más despierto entre
el público que disfrutó las canciones de la cantautora de Vilassar de Mar, con
su voz singular que da más personalidad a las letras. El recital estuvo más
bien dedicado a su último trabajo, “Nua”, desnuda. La acompañaba el más que
notable guitarrista, que aparece en los créditos del disco, Pau Figueres. Entre
poemas nostágicos, llenos de melancolía y extenso registro lírico que permite
su voz, interpretó “Vengo de un pueblo”, una de sus canciones más conocidas y
que está dedicada al municipio que la vio crecer, Vilassar de Mar. También “Mireia”,
con la que terminó la actuación, un tema dedicado a una de sus hermanas, su hit wonder que se ha hecho conocida,
hasta ser utilizada en programas como “Operación Triunfo”. También hubo espacio
para inquietudes y reivindicaciones, que con vivencias y esperanzas hacen recordar
a tales cantautoras de hace más de cuatro décadas, luchadoras (junto a los
hombres) en una Transición que se hace de desear en cualquier tiempo convulso,
en el que las clases políticas manejan al pueblo para tapar sus fechorías
económicas. La reconciliación siempre es posible sin necesidad de recurrir a la
violencia. Pero volviendo a lo que nos lleva, que es ante todo, el aspecto musical,
se ha de destacar la figura imprescindible de Pau Figueres. Mediante el hábil
uso de las guitarras clásica y eléctrica, así como a través de la combinación cohesiva
de las escuelas clásicas, el jazz y de flamenco, la música se extiende a ambos
mundos, dando a las canciones más sugestión y libertad, al mismo tiempo que
conserva un fuerte sentido de la forma. Es música llena de ponche y un
escaparate de pura inventiva implacable. Agregue a esto el juego furioso e
improvisatorio de Figueres cuyo fin de acompañamiento, en algunos casos, puede
ser evidente pero cuyo efecto es impresionante, por decir lo menos. Hay un
sonido moderno definido para este recital, aunque los arreglos son escasos, lo
que le da un dinamismo eficiente y necesario, ante la escasez de medios de
percusión, por citar un ejemplo. La guitarra, en algunos tramos la hace más conmovedora
y más profunda, con una maestría de la técnica, del sonido bien enlazado y del
compás, con una buena calidad de sonido, muy original y de diseño elegante y
entregado a la bella voz de Neddermann.
Luis Suárez
No hay comentarios:
Publicar un comentario