Manuel M. Ponce - Sonatas "Romántica y Clásica". 24 Preludios. Ander Clemens, Guitarra
NORDIC SOUND · DDD · 69' · *****S
El guitarrista noruego Anders Clemens vuelve a editar otro disco, esta vez recogiendo parte de la obra compuesta para el binomio Segovia-Ponce por el denominado padre de la música nacional mexicana, Manuel María Ponce (1882–1948). Se basa en dos géneros: la Sonata y Preludio.
Segovia y Ponce se cruzaron por primera vez en 1923, cuando Segovia tocó en un concierto en México al que asistió Ponce con el propósito de escribir una reseña de conciertos para un periódico local. Ponce quedó instantáneamente impresionado con el virtuosismo y la sensibilidad musical de Segovia y escribió una crítica favorable del concierto. Tras leer la crítica de Ponce, Segovia concertó un encuentro con Ponce para animarle a componer música para guitarra clásica, iniciando una prolífica serie de colaboraciones y una larga amistad durante un período de algo más de veinte años. Esta colaboración dio como resultado la composición de muchas obras de guitarra notables como "Theme Varie, et Finale", "Sonata Mexicana", "Concierto del sur para guitarra y orquesta" y doce de los veinticuatro preludios de Ponce. Segovia también jugó un papel en el refinamiento de estas piezas agregando digitaciones, transponiendo ocasionalmente a teclas más amigables con la guitarra y haciendo otros cambios para fines de interpretación. A fines de la década de 1920, Andrés Segovia (1893– 1987) le encargó a su amigo, el compositor y pianista mexicano Manuel Ponce que escribiera veinticuatro preludios para guitarra. En 1930 se publicaron dos volúmenes de 6 Preludios cada uno, mientras que los doce "Preludios" restantes no fueron publicados hasta 1980 por el guitarrista Miguel Alcazar, 32 años tras su muerte. Los veinticuatro Preludios hacen un uso extensivo de muchos de los atributos y timbres únicos de la guitarra, como el uso de armónicos, diferentes texturas musicales, la colocación de la melodía en registros diferentes y a veces inesperados, y el uso extensivo de cuerdas específicas para resaltar algunos de los colores de tono distintivos del instrumento. Aunque no era principalmente un guitarrista, Ponce compuso muchas obras para guitarra y tenía una habilidad ingeniosa para explotar las características y limitaciones únicas del instrumento, componiendo muchas piezas memorables y únicas que ahora son partes importantes del repertorio estándar de la guitarra clásica.
Ponce compuso estos veinticuatro Preludios durante los primeros cinco años de su estadía de ocho años en París, perfeccionándose con el legendario Paul Dukas en la Schola Cantorum y coincidiendo con varios jóvenes talentos a merger como Joaquín Rodrigo, que comenzó en 1925 y terminó en 1933. Ponce y Segovia originalmente tenían la intención de escribir veinticuatro Preludios para guitarra con el propósito de crear un método de guitarra que introduciría a los guitarristas a las veinticuatro teclas. Sin embargo, después de la publicación de las dos primeras series de 6 Preludios por Schott Publishing en 1930, Segovia informó a Ponce que Schott no publicaría los dos volúmenes restantes debido a la depresión económica de la década de 1930. Segovia grabó la primera serie de 6 preludios para discos Decca en 1952, lo que contribuyó en gran medida a su perdurable popularidad. Casi cincuenta años después de la publicación de los dos primeros volúmenes, el guitarrista Miguel Alcázar obtuvo acceso a algunos de los archivos musicales supervivientes de Ponce y encontró todos menos uno de los doce Preludios adicionales que anteriormente no se habían publicado. Para completar el conjunto, Alcazar usó la canción popular de Ponce “Cuando la Aurora” en lugar del Preludio que faltaba y traspuso la pieza a sol mayor, cumpliendo así el objetivo original de Ponce y Segovia de publicar veinticuatro Preludios que presentarían a los guitarristas a los veinticuatro. Alcazar procedió a publicar el conjunto final de doce Preludios en 1980 (cincuenta años después de la publicación de los dos primeros volúmenes en 1930), que fueron bien recibidos por la comunidad de la guitarra clásica y continúan siendo ampliamente enseñados, aprendidos e interpretados a este respecto. día.
Para empezar este CD Clemens abarca interpretando 2 de las 5 sonatas para guitarra del compositor mexicano, una de ellas "Sonatina Merdional". Tanto la "Romántica" como la "Clásica (a la manera de Fernando Sor) fueron escritas principalmente a instancias de A. Segovia, y las sonatas son las obras más sustanciales y satisfactorias de la obra de guitarra de Ponce, lo que lo convierte en una experiencia auditiva muy generosa. Si Segovia tendía a tener tempos bastante enérgicos y sus interpretaciones a veces carecían de claridad rítmica (aunque siguen siendo imprescindibles para los amantes de la guitarra), Clemens prefiere tempos mucho más pausados (que no lentos) y es muy expresivo en su interpretación. No hay absolutamente nada mecánico en su estilo, todo lo contrario. Se nota que realmente siente esta música y que la está tocando como un trofeo muy querido. Cada sonata está prodigada con un cuidado extraordinario y, a la vez que en los "Preludios" cada una tiene su propio sonido distintivo, desde el estilo neoclásico hasta el romántico. Ponce tenía la asombrosa habilidad de componer con el estilo exacto de los primeros compositores, lo que en algunos casos llevó a confundir la identidad del compositor de algunas de sus obras de guitarra, como una de sus "Suites" al estilo del laudista barroco: L. Weiss. El enfoque de Clemens es muy lírico, claro, colorido y brillante, a veces incluso libremente flexionando sobre frases para un mayor efecto, pero nunca participando en la autocomplacencia. La calidad del sonido es increíblemente vívida, fruto de una acústica especialmente clara.
Luis Suárez
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