jueves, 23 de agosto de 2018


DEBUSSY. PIANO WORKS Vol. 1 y 2. IMAGES. NOCTURNE. VALS ROMANTIQUE. LA PLUS QUE LENTE. BERCEUSE HEROIQUE. DANSE. COMPLETE PRELUDES. ESTAMPES. IMAGES OUBLIÉES. BALLADE… Claudio Constantini, piano. IBS CLASSICAL · 72014 · 22018 · DDD · 69’S · 116’s · *****RS
Teniendo metas que casi podríamos considerar como quiméricas, como las de K. Zimmermann o A. Benedetti Michelangeli, difíciles son las comparaciones en este terreno. Pero este un caso excepcional. Ya desde su primer trabajo de la integral para piano de Debussy, el pianista peruano nos marca una línea interpretativa al mas alto nivel. Con un ritmo de lo más adecuado, sin pasarse en ningún momento de frenada, se adentra de forma magistral en toda la sensibilidad poética del francés y su delicado uso de los matices del teclado de una manera efectista y coherente, adentrándonos de lleno y poco a poco en la niebla de un piano rico en colores y posibilidades expresivas, aprovechando todos sus recursos tímbricos y resaltando cada acento mágicamente. La magia de su interpretación radica en su ataque precisamente calibrado, su tono brillante y sus equilibrios matizados. Enfatiza las posibilidades melódicas de cada pieza encontrando una línea cálida y lírica incluso en las más desconcertantes y emocionalmente evasivas. Resaltar asimismo un delicado fraseo, sentido de ritmo, sonoridad y control de pedal. Generosamente lleno de obras apropiadas tanto de comienzos como de finales del período compositivo del genio francés, reúne favoritos sentimentales y trabajos casi desconocidos, salvo por los más allegados a su música. Quizás sorprendentemente para aquellos que encuentren un equilibrio sonoro entre las brillantemente austeras “Imágenes” del Vol. 1 y sus “Préludes” tremendamente virtuosos del vol. 2., su vals “La plus que lente” equilibra la ironía seca y la emoción profunda… Constantini está totalmente bajo la piel de la música de Debussy y, como suele ser habitual, el sonido de piano de IBS refuerza el resultado; es rico y resonante, con muchos detalles y presencia asombrosa para degustar bajo una delicada presentación tan exquisitos platos. Los delicados lienzos musicales a lo Claude Monet o William Turner van fluyendo del teclado como meros versos de Baudelaire. Las distintas y delicadas atmósferas melódicas nos invaden de lleno en un registro poético sublime de difuminación de las líneas y el velo de las texturas del silencio.
Luis Suárez 

miércoles, 22 de agosto de 2018


Hommagge Debussy – Azumi Nishizawa, piano. Obras de Debussy, Falla, Granados, Albéniz – IBS CLASSICAL 132018 – DDD – 76’ - ****S
Una vez más la discográfica IBS quiere dar su toque de arena al centenario del fallecimiento del genial Claude Debussy y recurre a su faceta más aclamada, que no la única, el piano. Al contrario que con Claudio Constantini, que nos ofrece una más que interesante integral de la producción del impresionista francés, aquí Nishizawa nos pasea por una gratificante selección de piezas antológicas de entre la abundante poesía debussyana. Sin seguir un orden que se antoje claro en cuanto a propósitos conceptuales o cronológicos, sigue el rumbo por una serie de miniaturas maestras que a todos nos vienen a la mente al instante. Más si una característica se destaca en el álbum es la delicadeza asegurada de su toque, que es evidente en cada una de las piezas. Siempre hay una forma firme en sus líneas, nitidez en sus timbres, y una base rítmica estable en la música, y Nishizawa es capaz de una amplia gama de colores que nos transportan a ese París mágico lleno de actividad artística en amplios abanicos de tonos y contrastes. Lejos aún de grandes como Michelangeli, Pascal Roge o Zimmerman, lo cual es una cima lejana, aunque nunca se pueda decir imposible, Nishizawa se esmera con gran cuidado y precisión en la producción de tonos distintos y frases musicales bien convertidas, y su forma de tocar es la de una conocedora musical que tiene verdaderas inquietudes estéticas. Su afecto por la música de Debussy es evidente, como en muchos de nosotros/as, y así se ve reflejado en la cuidadosa selección de autores ibéricos de mutuo influjo con el protagonista. París fue un foco de atención para la música en la época en le tocó vivir a Debussy. Más los compositores – pianistas incluidos también dejaron su impronta sobre el francés, como se puede ver en alguna de las piezas elegidas. Granada siempre está presente en ambas orillas, como no podía ser menos con dicha ciudad embrujadora. En las selecciones hispanas, sin embargo, los sentimientos genuinos de Nishizawa nunca se interponen en su evaluación objetiva de lo que suena bello o esencial, por lo que su ejecución está bien equilibrada con sus expresiones. El sonido de IBS es limpio, cercano y claro, por lo que el refinamiento y el pulido del sonido se presenta con resonancia y claridad naturales, dejando un gran sabor de boca, como si de un recital íntimo camerístico se tratara, bajo un tranquilo y silencioso claro de luna sobre el imán atrayente de la Alhambra.
Luis Suárez

domingo, 12 de agosto de 2018


11/09/2018 – Festival de Música Antígua de Poblet, Tarragona
François Couperin: “Les Nations” (1726) – Jordi Savall con Le Concert des Nations
“Les Nations” es una colección de obras de cámara publicada por François Couperin (1668/ 1733) en 1726. Dando a destacar las espléndidas y extensas notas al programa, realizadas por el propio Savall, el público bien se da por informado de la obra con todo lujo de detalles y preparados/as para disfrutar de tan extensa y rica obra. Publicado en cuatro libros separados, estaba destinado "para el uso de academias de música y conciertos", según su título. Contiene cuatro trabajos extendidos que presentan movimientos en la forma francesa o italiana, lo que da como resultado piezas híbridas que abarcan ambos estilos, entonces opuestos. Aunque estas obras casi seguramente estaban destinadas a dos violines y continuo (clavecín y viola baja), Couperin no dejó ninguna precisión instrucciones en cuanto a la instrumentación. Al igual que muchos trabajos de cámara de la época, también son adecuados para oboes o flautas, o combinaciones con viola da gamba, clave, violín, fagot, flauta y oboe, como se dio el caso.
¿Qué es lo que hace que esta actuación, y ya grabación a punto de salir al mercado, de “Le Concert des Nations” llegue a resultar tan especial tan especial? En breves conceptos, estudio pormenorizado de la obra y sus antecedentes, perfecta conjunción y brillantez interpretativa. El conjunto aquí ejecutor, formado por Jordi Savall (viola da gamba), Marc Hantai (flauta), Patrick Beaugiraud (oboe), Josep Borràs (fagot), Manfredo Kraemer y David Plantier (violines) y Xavier Díaz-Latorre (Tiorba y guitarra barroca), y  Marco Vitale (clave) tocan juntos con una combinación de afecto, tesón, aprecio y amor incondicional que hace que el conjunto no sea uno cualquiera. Cada intérprete es un maestro de su instrumento, y entienden la música barroca con una combinación de intelecto, emoción y musicalidad que pocos ejecutantes de instrumentos de época pueden igualar. Además, cada uno tiene su propio tono y personalidad; interpretan las cuatro siempre atractivas sontas/ suites de Couperin con ingenio, alma y estilo, y en un conjunto más compacto y libre que cualquier otro. Todo ello con un fuerte sentido del ritmo y un sonido conciso bajo una gran acústica y amplificadores (para llegar a la gran demanda de público asistente) perfectamente estructurados. Esta ha sido sin duda una actuación realmente emocionante que ha ganado muchos seguidores entre los presentes y el resto de las giras pasadas y futuras.
Luis Suárez

viernes, 10 de agosto de 2018


María Ribera – Emili Pujol Guitar Works
Guitarras de Luthier www.casaluthier.com
Tanto cualquier guitarrista, tanto profesional como amateur, melómano o musicólogo debe de conocer la figura de Emili Pujol. Virtuoso de guitarra clásica, laúd, vihuela o guitarra barroca, pedagogo y eventual (quizás no todo lo fecundo que se hubiera deseado) compositor de deliciosas miniaturas, como tantos otros de su gremio, tales como Tárrega, Segovia o Llobet, entre otros. Las piezas de Pujol son una parte integral de la historia de la guitarra y por algunos intérpretes difamadas. Siempre ha estado presente en el repertorio y en grabaciones ya históricas como Yepes o Manuel Barrueco, por citar ejemplos. Actualmente hay en el mercado antologías como las estimables de J. A. Chic, David Russell (en “Spanish Legends”), Marcotulli o la que ahora me hace escribir esta reseña, María Ribera. Verdadero entusiasmo fue el por ella demostrado al presentarnos su tesis de fin de carrera sobre su ilustre paisano. En ella anima a cada guitarrista a mirar su “Método / Escuela”, de largo recorrido que enseña arte y abre la puerta a la música notable. Pujol dedicó la mayor parte de su vida a desarrollar los postulados pedagógicos y artísticos de su maestro Francisco Tárrega en su obra "School Reasoned Guitar". Paralelo a este trabajo es su trabajo como editor. Entre 1925 y 1975, transcribió, arregló o digitalizó alrededor de 270 obras que abarcan cinco siglos en la historia de la guitarra, la vihuela y el laúd.
María Ribera Gibal ve cumplido su sueño en términos globales. El disco mantiene toda la viveza artística de manera fiel a las tesis de Pujol. La figura de Felipe Pedrell (1841-1922) es evidente, como en tantos otros compositores de la época pupilos suyos. Pujol aboga por el desarrollo de una música nacionalista llena de clichés virtuosísticos que Ribera sortea de manera sutil y certera. Este atractivo disco contiene un recorrido por una amplia gama de estilos reconocibles del folklórico abanico peninsular, todo ello realizado con gracia y fluidez interpretativa. Escuchar a Ribera es una experiencia particularmente gratificante, ya que su interpretación en solitario  experimenta plenamente la elegancia, la melancolía suave y la majestuosidad arcaica de la diversidad compositiva de maestro. El virtuosismo se funde a su vez con un lirismo expansivo y al sutil exotismo de un viajero incansable como fue el genio leridano.
Luis Suárez