domingo, 7 de febrero de 2021


 

El Canto Del Cisne Negro. Nicole Peña Comas, violonchelo. Hugo Llanos Campos, piano. Obras de Villa-Lobos, Gaito, Elizondo, Saglie, Nin y Manuel Ponce. ARS PRODUKTION 38579 · DDD · *****RS

Nicole Peña y Hugo Llanos (Dominicana y chileno, respectivamente) nos presentan una más que sugerente colección de obras para violonchelo y piano, en gran parte desconocidas de Iberoamérica. Productos destacados de compositores que viajaron a Europa, donde se encontraron divididos entre su admiración por la cultura descubierta y su nostalgia por sus propias raíces culturales. La mezcla de música clásica y tradicional varía con cada compositor, y la total afinidad que los intérpretes tienen con la música, por ellos seleccionada, sin duda  mejora sus interpretaciones. "El Canto del Cisne Negro" de Heitor Villa-Lobos, da nombre al trabajo; una pieza poética hermosa. "Otoño en Buenos Aires" de José Elizondo para violonchelo solo, asemeja una danza genuina de la Argentina. Entre esos dos extremos se encuentran algunas obras excepcionalmente hermosas de Luis Saglie: “Se Junta Dos Palomitas”, Joaquín Nin: “Suite (Seguida) Española” y dos grandes obras de envergadura, en forma de Sonata, de Manuel Maria Ponce y Constantino Gaito.

La interpretación global es exquisita, donde se descubre la conexión que los músicos tenían con la música, y entre ellos. Sus interpretaciones resaltaron las características nacionales esenciales de cada obra, cuidadosamente adaptadas al estilo del compositor. Nicole Pena Comos tiene un sonido rico y sonoro que hace que los pasajes líricos sean excepcionalmente hermosos, resaltando contrastes enérgicos cuando es necesario. Son capaces de producir un álbum que atrae a quienes buscan obras bellas y están interesados ​​en composiciones menos conocidas. Obras lleno de ritmos españoles brillantes y centelleantes, como en el caso de Nin, estimulante de escuchar debido a la naturaleza virtuosa de la escritura del violonchelo. Sentimientos relajados contrastados con ritmos de baile y estampación nostálgica y y expresiva que permite que el violonchelo muestre sus hermosas cualidades líricas, en el caso de Elizondo y Saglie. Compositores, de los cuales una parte de su producción oscurece otras obras llenas de inspiración, como es el caso de un mexicano Manuel María Ponce enérgico y rítmico en la “Sonata” de 1922 y la más esotérica y melancólica de Constantino Gaito. Ambas convencionales en forma y estilo, que es a la vez tonal y memorablemente melodioso. Las actuaciones son todas pulidas y apasionadas, por lo que incluso si el programa se ve inacabado (por falta de espacio-tiempo) la interpretación siempre es cautivadora y satisfactoria.

Luis Suárez

No hay comentarios:

Publicar un comentario