Carneriana. 50 Songs after Josep Carner poems. Obras de varios autores. David Alegret, tenor. Rubén Fernández Aguirre, piano.
IBS CLASSICAL 252021 · DDD · 116’ · ****
Destacado proyecto del tenor catalán, David Alegret y el pianista vasco, Rubén Fernández Aguirre, en un género que dominan plenamente, sobre canciones basadas en poemas de Josep Carner compuestas por destacados miembros del panorama musical catalán de los dos últimos siglos. Desde el modernismo hasta las últimas generaciones, como es el caso de Joan Magrané, pasando por diferentes tipos de estilos, como el tonal de Albert Guinovart o Joaquím Serra, hasta tendencias más vanguardistas, como la triología compuesta para tal ocasión por Antoni Ros Marbá...
El homenajeado es Josep Carner, nacido el 9 de febrero de 1884 en Barcelona, cuya figura como poeta está vinculadaal Novecentismo, movimiento cultural al servicio del proyecto nacional de la burguesía catalana que tuvo su máximo ideólogo en Eugeni D'Ors y que, en el orden lingüístico, propició la normalización de un catalán literario y estandarizado. Por su contención y exigencia en el manejo de la lengua y el estilo, Josep Carner ha sido señalado como el autor de mayor riqueza idiomática de la literatura catalana y como uno de los mejores escritores catalanes de todos los tiempos. Su primer poemario, "Llibre dels poetes (1904)", refleja aún la influencia modernista, pero los siguientes, "Primer llibre de sonets (1906)" y sobre todo "Els fruits saborosos (1907)", marcan ya plenamente el comienzo del noucentisme y sus cánones literarios: los dieciocho poemas relacionan las etapas de la vida de la mujer con diversos frutos, cuyas medidas, colores y texturas ejemplifican la condición humana, a través de temas triviales (como el de un ama de casa bebiendo limonada) que el autor estiliza, entre otros recursos, mediante los nombres grecolatinos de los protagonistas, y construyendo un retablo ideal y urbano que rememora, en tonos suaves, irónicos y optimistas, el sueño clasicista de la mediterraneidad. Falleció en 1970.
Alegret y Fernández Aguirre demuestran su gran musicalidad y compenetración, interpretando en un abanico amplio de modelos, desde el temperamental y deliberado, con destellos aquí y allá de anhelo romántico o suspiros de melancolía. La expresiva voz de Alegret posee una modulación ejemplar, capaz de expresar emociones con cambios sutiles de inflexión o usar todo el poder del idioma catalán para vincular el mismo a la gran calidad poética del texto a la parte musicada de una manera perfecta. El dúo le da a cada canción su propio matiz y carácter que atrae al oyente a su mundo, en lugar de montar un mero espectáculo global. El resulatdo es simplemente hermoso de escuchar, con una variedad de emociones y personajes que parecen captar con facilidad. Desde la pieza llena de energía, en contraste con la sensación majestuosa y el registro más bajo enfatizando calidez la ternura que es introspectiva y adecuada fluyendo la música de una pieza a otra con la ilusión de parecer interpretar sin esfuerzo. Seguramente esa es la marca de unos grandes artistas. Es tan contagioso que parece terminar prematuramente, dejando al oyente con ganas de más.
Luis Suárez
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