lunes, 1 de abril de 2019


30/03/2019
SVETLANA TOVSTUKHA, violonchelo - DARIA PILTYAY, piano
Sonetos de Primavera – Casal de Cultura de Creixell, Tarragona
Obras de R. Schubert, F.Mendelsohn, P.Tchaikovsky, G.Casadó, A.Glazunov, A.Dvorak
Hermoso recital, concebido para algunos/as como un dispositivo pedagógico real y para otros unos buenos 90 minutos de miniaturas poéticas adecuadas para el descubrimiento de la belleza tímbrica del violonchelo con piano, de los siglos XVIII y XIX.  Lo mejor de este tipo de conciertos es que incluye no solo piezas famosas de cello, sino también, piezas más o menos desconocidas para el gran público que de alguna manera atrajeron nuestra fantasía desde el primer momento de ser escuchadas. La suma total es una impresión de dos geniales intérpretes inmersas en una red vital de conexiones y en un espíritu de exploración del instrumento.
Aunque hay grabaciones convincentes de la música para piano de Schubert, nunca viene de más escuchar transcripciones para otros instrumentos, como la que han dado de la “Sonatina nº1” op.137. Mientras uno pueda argumentar que lo más sublime del genio austriaco puedan ser sus Sinfonías, Sonatas para piano, Cuartetos, etc, también encontramos joyas ocultas como son las obras de cámara para violín y piano. De una de ellas, nuestras solistas sacaron una interpretación virtuosa, lírica, dramática y épica realmente sublime de esta obra juvenil. De un sonido “mozartiano” de apertura alegre e inspirada logran sacar un tono increíblemente puro, claro y hermoso que no todos podrían lograr.  Las otras piezas que componen el programa, algunas se compusieron en conjuntos y se publicaron, mientras que otras se destinaron a eventos que podrían mezclar música ligera con composiciones de violonchelo más extendidas. Todos están firmemente en estilos optimistas clásicos y románticos, desde Boccherini hasta Dvorák y se interpretan a menudo en escenarios y grabaciones. Mezclan efectos virtuosos con un idioma puramente melódico, y la violonchelista Tovstukha ha ofrecido una ejecución fluida y una calidad de musicalidad excelente. El equilibrio es generalmente bueno entre el piano y el violonchelo, con un sonido grande y romántico, con intensidad y drama cuando se requiere en la partitura. No obstante, la escuela rusa ha dejado gran huella entre sus discípulos/as. A veces nos parece rememorar las legendarias grabaciones de Rostropovich acompañado por Richter, comprensiblemente difíciles de alcanzar por su expresividad y autenticidad. En definitiva, una actuación que hizo descubrir la emoción de las piezas de Schubert y Mendelssohn, el angustiado romanticismo de Tchaikovsky y Glazunov, y el amoroso lirismo evocador de Dvorak y Casadó… Todo ello con un sonido nítido, limpio y profundo. Tovstukha es de una fuerza y entrega absoluta a tener en cuenta. Ofrece una entonación es impecable durante todo el recital, y sus considerables habilidades técnicas respaldan una comprensión musical de las partituras, con una fluidez y entrega sentimental absolutas que logra trasmitir de inmediato al público asistente. Disfruta y hace disfrutar. Por su parte el toque de Piltyay es del todo sensible y  agraciado, produciendo un paisaje sonoro completamente hermoso lleno de dinámicas en movimiento, articulación precisa y equilibrio sublime.
Luis Suárez

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