28/07/2018
Festival Internacional de Guitarra – Auditori
de L’Hospitalet de L’Infant, Tarragona – Dúos de la tierra – Kimiyo Nakako,
mezzo y Sadahiro Otani, guitarra – Jordi Sàbat y María Ribera, guitarra – Manel
Sánchez, guitarra y Patricia de No, flauta – Juan y Carmen Becerra, guitarras.
Seductora y arriesgada fórmula para un recital cargado de sorpresas
tímbricas e interpretativas. Los relevos entre dúos de artistas autóctonos dieran
un resultado ágil y satisfactorio, solo quizás un tanto interrumpido por
presentaciones en algunos casos prescindibles y que llegaron a colapsar un
tanto la magia.
Es difícil resumir en pocas líneas tanta variedad de un programa rico en
oferta y matices. Del primer grupo, formado por los japoneses Nakako y Otani,
se puede destacar la bella claridad tímbrica de la voz de una mezzosoprano que,
fortalecida por la excelente acústica de la sala, nos dejó unos bellos fraseos
de melodías poéticas perfectamente acompañados por la guitarra de Otani que
resaltó aún más, si cabe, una nítida coloratura llena de matices líricos. Quedó
corta la actuación, destacando entre el programa la recuperación de las
canciones de Joaquín Rodrigo originales para voz y guitarra.
Jordi Sàbat y María Ribera dejaron una impronta resaltada por sus
propias adaptaciones y una perfecta coordinación. A destacar los arreglos sobre
dos piezas profanas del “Llibre Vermell de Montserrat”, un canto y danza que
teniendo como referencia las valiosas interpretaciones y grabaciones de Capella
de Ministrers y como no, la mítica Jordi Savall, dejaron un buen gusto de ricos
detalles en percusión y complicidad entre ambos. También a destacar la
adaptación de una de las partes de la obra maestra y desconocida de Granados,
para piano y orquesta, “Elisenda” (1912). Interpretación exquisitamente
delicada de ambientación modernista evocando un jardín con una suave textura de
cámara.
Manel Sánchez y Patricia de No ofrecieron un curioso programa. Un Mozart
distinto, con una forma libre de cambios de humor discretos y pasajes de
carácter reflexivo e improvisación perfectamente ejecutados y que hacen incluso
olvidarse por un rato de la versión original para piano de la “Fantasía” KV.397
(1782). En la “Bachiana Brasileira nº5” de Heitor Villalobos la adaptación para
flauta no llega del todo a olvidar la original composición para voz y grupo de
violonchelos, aquellas míticas grabaciones de Kiri Te Kanawa o Victoria de los
Ángeles…, así como la ausencia de la danza final contrastante cuyo efecto
engrandece la obra. “Nightclub 1960” de Piazzolla es la única obra original
para la formación y en ella, tanta veces interpretada en los últimos tiempos, sí
logran por completo una ejecución brillante, llena de virtuosismo que encandila
al público con vítores merecidos.
En último lugar, como si hubieran sido colocados estratégicamente, fue
el turno del Dúo Becerra (Carmen y Juan). La luz brilló de forma incandescente.
Tres hermosas piezas clásicas basadas en folklore añejo. Una milonga errante y
melancólica, rebosante de lirismo apasionado, bajo una interpretación constante
e hipnótica; arreglo de María Luisa Anido sobre el original de Juan José Ramos.
La “Rondalla Aragonesa” de Granados en arreglo de Miquel Llobet; la nº6 de las
“Danzas Españolas”. Miniatura ejecutada de forma colorista con una perfección
efectista. Y la “Danza nº1 de La Vida Breve” de Don Manuel de Falla, en arreglo
de Emili Pujol. Una pieza imaginativa y emotiva interpretada de manera elegante
y colorista. A diferencia de la versión original, aquí se prescinde del
interludio operístico expresivo para adentrase de lleno en frases musicales de
simbolismo espontáneo. La ejecución llegó a un punto de hipnotismo atrapando al
oyente. Un momento mágico como un pequeño cristal que nos deleita con
reflexiones centelleantes llegando a un cierre culminante. Estupendos arreglo y
ejecución de excelencia absoluta.
Luis Suárez
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