sábado, 24 de noviembre de 2018


23, 24 y 25 de noviembre de 2018 – Teatre de Tarragona, Auditorio de Hospitalet d’el Infant (Tarragona) y Palau de la Música de Barcelona
Leticia Moreno, violín, Orquestra Simfònica Camera Musicae, Tomàs Grau, director. Obras de Piazzolla, Ginastera y Stravinsky
Unirse dos personalidades como la joven violinista Leticia Moreno y el genio rompedor de Astor Piazzolla se ha mostrado como una excelente idea. La atracción entre ambos ha sido similar a la motivación del público por asistir al concierto. Con tres obras maestras sobre el atril supone subir la expectación por su dificultad interpretativa. El día desapacible también es una buena excusa para no perderse el recital.
Las “Estaciones Porteñas” de Piazzolla, sin duda, combinan muy bien con el famoso legado de Vivaldi. Sin bien, no fueron escritas como un homenaje al genio veneciano. Compuestas en varias ocasiones entre 1964 y 1970, ni siquiera fueron concebidas como una única suite, aunque Piazzolla las interpretara juntas de vez en cuando. Ofrecen una introducción ideal a la fusión tango-clásica creada por este maestro argentino. Escritas para su quinteto favorito de violín, piano, guitarra eléctrica, bajo y bandoneón, es Leonid Desyatnikov quien les da esta forma para violín y orquesta de cuerda, la misma de la grabación reciente de la protagonista. Nos encontramos con una espléndida versatilidad expresiva de la solista, así sumándose un dominio técnico de su instrumento a destacar, que dieron a las piezas de Piazzolla unos pasajes solistas intermitentes en una sumergida comprensión de la sensación del compositor argentino por el ritmo o la melodía. La orquesta acompañaba a la perfección en unos dispositivos tan característicos como la fuga del tango (en "Primavera") y furiosos pasajes rítmicos unisonales que contrastan con los estiramientos de su silencio temperamental. Un “Invierno cálido” en su contagiosa bella melodía. Un “Otoño” nada agridulce… Y es que Piazzolla es como el mismo Bach, parece que cualquier adaptación de sus obras viene como anillo medido al dedo. En definitiva, una soberbia actuación con las incorporaciones de percusión que en su conjunto resultan una grata experiencia para el oyente.
La segunda parte resultó ideal para la exhibición total de toda la paleta orquestal. Dos Suites de dos grandes ballets del siglo XX, en orquestaciones de gran envergadura tímbrica y virtuosismo. “Estancia” y “El Pájaro de Fuego” son más conocidas en sus reencarnaciones como salas de conciertos; las suites de ambas obras representan ideas que parecen un poco más completas que en los originales. La “Suite de Estancia” es probablemente la obra orquestal más conocida del maestro argentino, Alberto Ginastera, en general. El trabajo excelente de las diferentes partes de la orquesta, recogen el fruto de una actuación nítida como las mejores de las grabaciones recogidas en el mercado. Desde el principio hasta el final de Danza "Malambo" contiene una gran cantidad de golpes de efecto que Grau solventa con una versatilidad llena de fuerza, como debe ser. Revela el largo trabajo de estudio y ensayo con una obra maestra de la composición moderna, que contiene muchos momentos inspirados e ideas que están 50 años por delante de su tiempo.
La “Suite de El Pájaro de Fuego”, versión de 1919, de Igor Stravinsky, fue un intento de genio ruso para hacer que su ballet sea más aceptable fuera de la interpretación escénica: mientras que estas suites de sus célebres ballets siguieron siendo populares durante décadas, después de la aparición de los mismos a principios de siglo XX, Stravinsky superó rápidamente los modismos musicales rusos que dan a la obra su sonido característico. Las salas de conciertos le permitieron a compositor extraer lo que él sentía eran los momentos rescatables del cada una. La lectura exhibida continua en la misma senda de actuación que en “Estancia”, en la mejor lengua vernácula de un catalán para la música rusa. Interpretada la partitura de manera brillante y con eficacia, llegando a la emoción en los momentos más líricos. Desde la escritura en solitario más desafiante hasta los ritmos más difíciles, desde las texturas complicadas que abren “El Rito” hasta los brutales polirritmos que lo cierran. La “danza infernal” es técnicamente irreprochable, mientras que la “danza de sacrificio” es inmaculada en expresividad. Y es que, sin emoción, incluso las actuaciones más impresionantes técnicamente son meros ejercicios musicales. Proporcionar un sonido exuberante y preciosos valores de producción resultó ser un excelente valor para hacer efímera la deficiente acústica de algún teatro, como es el de Tarragona.
Luis Suárez

domingo, 18 de noviembre de 2018


17/11/2018 – Casal de Creixell (Tarragona) – Creixell Classic
Carles Pachón, barítono – Berta Brull, piano – Obras de M. Ortega, E. Neri, P. Tosti, S. Gastaldon, W.A. Mozart, E. Granados, R. Soutullo/ J. Vert y F. Moreno-Torroba.
Aunque la juventud manifiesta de Pachón nos pudiera sugerir caminos de cierta inmadurez, más bien se da todo lo contrario. Desde el primer compás del recital podemos sentir una interpretación toda su fuerza, inteligencia, sensibilidad y alma que distinguen su personalidad musical. Todos estos aspectos citados están plenamente presentes en una expresividad sobre el escenario dentro de voz potente, de bello timbre, joven y flexible y unas interpretaciones frescas y juveniles, llenas de ilusión y talento. Claramente se beneficia de su pasión juvenil y posiblemente sea más exitoso verle en vivo por su exquisita expresividad vocal y corporal, que en posteriores grabaciones a realizar sin duda. Un Ortega, napolitanas y Mozart bellamente cantados y elegantemente interpretados para que coincidan con la profundidad de las palabras y la música que su don artístico sobre el escenario captura de manera tan completa. Según las propias pretensiones confesadas, ambos artistas desean seguir un dúo especializado en el campo del lieder. Un dúo conjuntado a la perfección, joven sí, pero maduro, con un sonido original, limpio y atmosférico. Cada canción, romanza o aria es una buena razón en una inmensidad escénica pura, acompañada de la acústica especial de la sala de conciertos. En la zarzuela se pudo sentir hasta el último beso revoloteando antes de la despedida final. El estado de máxima expresividad e intensifica aún más frente a una audiencia y, de vez en cuando, esta demuestra de manera incansable su entusiasmo ilimitado. Y su voz cálida está absolutamente en la cima de una forma viril, lírica y siempre muy sutil.
Luis Suárez

sábado, 17 de noviembre de 2018

"Rapsodia Bohemia" (Bryan Singer) biopic en el modo clásico de la vida de Freddie Mercury y una de las bandas más populares de todos los tiempos, en el interior del academicismo más clásico y menos arriesgado de los biopics cinematográficos, con un montaje e interpretaciones espléndidas que hace que la emoción te llegue gracias a su extraordinario protagonista y esa música inolvidable. Puede ser una obra maestra pero es una buena película que cuenta bien y ágilmente parte de la historia del legendario grupo de glam rock y su evolución a partir de sus mimbres. Nos ofrecen momentos íntimos de la vida de Freddie, de lo que no se esperaba demasiado y me ha sorprendido. Incluso no hay personas en el mundo. Como te sientes, no te arrepentirás más en la música y sobre todo queriendo sentirse querido. Creo que se profundiza bastante en esa parte de Mercurio y queda bastante bien explicado sin necesidad de ver la zona oscura de la droga o incluso sus escarceos homosexuales. Además, sus compañeros describen con cariño la relación con su amiga del alma, una relación con altos y bajos derivados de los excesos que tuvieron durante su vida como estrella de rock. También vemos como la gente se aprovecha de él. No vemos las escenas subiditas de tono, el público debe dejar volar su imaginación y profundizar al respecto según las pistas marcadas. Mejor así y no abusar de esos aspectos. Lo que pasa un poco por alto es la publicación artística del grupo, aunque no todo lo que abandona como podemos ver. Pero para un analista musical quizás ésto sea incluso poco. La mayor virtud de la cinta es Rami Malek, el protagonista y su prefecta caracterización, la música y la voz de Mercurio, sobre todo cuando las cosas se encuentran en un escenario. La música de la reina se acompaña, y por supuesto es imposible evitar que se mueva los pies, la cabeza, y también que se salga de los labios las letras de las canciones de uno de los grupos que nació con usted y le acompañó hasta la salida completa de La adolescencia.

domingo, 11 de noviembre de 2018



Franz Josef Haydn – “La Canterina”, H. 28/2.
Teatre Auditori de L’Hospitalet de l'Infant, Tarragona. Laia Frigolé, soprano. Carles Prat, tenor. Maia Planas, soprano. Matthew Thomson, tenor. Dirección de Escena: Jordi Vall. Teatre de Les Comedies. Dirección: Marcel Pascual.
Ópera bufa a modo de intermezzo (obra de cámara breve intercalada en los descansos de las grandes óperas de la época), al modo del gran ejemplo que es “La Serva Padrona” de Pergolesi, que representa la primera incursión de “Papá” Haydn en el mundo de la comedia escénica. Se estrenó el 16 de febrero de 1767 y tuvo un gran éxito. La autoría del libreto es desconocida, pero puede haber sido Carl Friberth, un cantante de ópera en la corte del Príncipe Esterházy y compositor de obras religiosas. Él y Haydn eran amigos íntimos, Friberth asumió muchos papeles importantes en las producciones teatrales del compositor. El texto incluye un triángulo amoroso simple entre la soprano principal, su maestro de canto y un joven pretendiente adinerado y guapo, que eventualmente se casa con ella. Friberth cantó el papel del maestro de canto cómico, y Maria Anna Weigl cantó la protagonista femenina, Gasparina. Haydn compuso un aria para cada uno de los cuatro protagonistas (el cuarto es la madre de Gasparina), recitativo simple y acompañado, y dos cuartetos grandes.
Esta versión de “La Canterina” adopta un enfoque menos fundamentalista al tiempo que mantiene ciertos aspectos clave para atraer al pueblo a la ópera, quitándoles el miedo al género musico-escénico: una banda relativamente pequeña (conjunto de cuerdas, vientos y clavecín) y adecuada para realizar una función semi-escénica y cercana al público. El resultado realmente funciona. Esta es una ópera de bolsillo, el canto es mixto pero ciertamente competente. Se encuentra a Laia Frigolé (Gasperina) maravillosamente agradable, con un vibrato rápido y ajustado. Mathew Thomson (Don Ettore) con una papel cómico realmente brillante y una afinación exquisita y Carles Prat (Don Pelagio) en un papel menos vistoso pero igualmente acertado y Maia Planas (Apollonia) acertada en ajustes teatrales, aunque su edad no se viera adecuada para el papel de madre. Se tenga en cuenta que estos son roles son para actores/ actrices versátiles y eso se viera solventado con éxito.
Ambos actos están fundidos en uno de manera inteligente, de manera que en apenas una hora la función está saldada. Con una eficaz translación al catalán del libreto por Marcel Pascual, al fin de evitar subtítulos que puedan distraer la atención a la escena, la idea final es la original de hace tres siglos: mostrar a personas de clase baja que se involucran en un comportamiento que imita a los aristócratas en la ópera seria, pero que también ofrece realismo y alivio cómico. La línea de la historia es misógina: una "cantante" y su "madre" trabajan en una casa provista por un profesor de música mucho mayor y demasiado atento. El profesor y un burgués bañan a la cantante con regalos, ella los toma alegremente, hay celos, los hombres la reconocen como codiciosa, pero se reconcilian y hacen fila para dar más regalos.
Quizás, al menos para acercar aún más a Haydn al público no entendido asistente, hubiera sido acompañar la función (al modo de obertura) por un “Divertimento” a cargo del brillante conjunto instrumental. La prolífica producción del genio austriaco es realmente encomiable y hasta increíble, seguro que se podría haber encontrado alguna partitura para la ocasión. Asimismo una pequeña presentación sobre el escenario no hubiera estado nada mal. La música de Haydn se puede decir que “es para todos” y en este caso se puede ver la artesanía del mismo para adaptarse a cualquier tipo de situación y componer para cualquier formación, sin importar cuan pequeña y simple que sea con resultados óptimos. Se puede decir que los trabajos grandes de Haydn comenzaron a esa escala escénica, una de sus partes productivas no lo suficientemente abarcada aún, lo cual es injusto como aquí mismo se ha podido ver.
Luis Suárez

viernes, 2 de noviembre de 2018



Anders Clemens – Alexandre Tansman Selected Works For Guitar - Nordic Sound - NOSCD 1990 - 55's - ***** - DDD - S
Tanto en la música para guitarra de Tansman como en Clemens se puede encontrar una fuerte mezcla de poesía y lectura delicada de la partitura; esa delicada ternura que no reconocerá ninguna exageración o frivolidad, y esa lenta tristeza sutil con un fuerte sentido nítido de movimiento dinámico. Del compositor judío franco – polaco, nacido en Lodi, Polonia, el 12 de junio de 1897, se nos ofrece una cuidada selección de literatura guitarrística elaborada a partir de la sombra de André Segovia, a quien conoció en Paris a comienzos de los años 20’s, y en 1925 compuso para la “Mazurka” en la grabación incluída.  Piezas a la tradición de Chopin, junto con la poesía del Siglo XX, bajo un refinamiento lineal en su textura compositiva, eliminando de sí mismo todas las tendencias modernas a priori para dar un rumbo a su emoción musical natural. Al convertirse en un maestro de la sabiduría francesa ... no perdió nada del lado sensible de su arte ".
La música de Tansman aquí expuesta comparte con el neoclasicismo de Stravinsky y con la música francesa una tendencia hacia la claridad y la simplicidad, la evitación del patetismo y el énfasis, muy probablemente mostrando la personalidad del compositor. El guitarrista noruego nos expone una exquisita lectura, dotada de inventos melódicos y una percepción de la calidad sensual del tono.
La suite “Cavatina (1950)” es una colección de bailes. El Preludio que abre la suite recuerda uno de los movimientos de apertura populares en los días de los lutenistas. El Sarabande es majestuoso y misterioso. El Scherzino es un homenaje a los guitarristas virtuosos del pasado, como Fernando Sor. La Barcarole es una conclusión hermosa y fluida de una colección muy bonita de piezas de guitarra. La Danza pomposa (1961), que sigue es una danza en el estilo del siglo XVII. Las “Variations sur un thème de Scriabine” (1972) es una de las mejores partituras para guitarra de Tansman. En las variaciones, explora todas las diferentes posibilidades del instrumento mientras crea su propia síntesis de tema y variantes. El tema es el preludio de piano pesados ​​e inquietantes de Scriabin en mi bemol menor, Opus 16, No.4. En “Hommage à Chopin” (1969), Tansman crea una suite distintiva "al estilo" de Chopin. Es un romanticismo descarado y una mirada a las raíces musicales de Tansman.
En definitiva, un producto de simbiosis profunda entre compositor e intérprete que al fin Clemens plasma en grabación y que como única pega es no haber abarcado toda la producción guitarrística restante del mismo. Tal vez para futuras y celebradas ocasiones.
Luis Suárez