sábado, 21 de julio de 2018


20/07/2018
Bouquet Festival – Claustre del Seminari de Tarragona – Isabel Villanueva, viola – María Parra, piano – The Viola Power
Dúo íntimo y sensual reforzado por el bello sonido de la viola, profundo y resonante, en las manos de una gran intérprete como la navarra Isabel Villanueva y el piano sumamente expresivo del piano de María Parra. Una pareja de artistas realmente conjuntada y entregada a una complicidad sugerente.
“The Viola Power” es un proyecto de implicación en base al instrumento de cuerda que realzó su figura en el barroco de la mano del legendario de Marin Marais, estudiante de Lully, que se metió en las técnicas establecidas y encontró sus secretos ocultos. Se hace raro escuchar el piano, en lugar del clave acostumbrado, pero el resultado es óptimo, Villanueva está animada en todo momento, marcando claramente los ritmos de baile y, en general deliciosa lectura, evitando la atmósfera de rareza encontrada en otras interpretaciones de viola da gamba del período. Instrumento, como solista en parte como solista olvidado durante un largo periodo, desde finales del siglo XIX y en adelante la frecuencia con la que se encontraron compositores prominentes escribiendo para la viola aumentó favorablemente. El programa aquí expuesto de miniaturas, en gran parte, no solo está bien pensado y es diverso, sino que también demuestra las habilidades de la viola como instrumento virtuoso y capaz de ofrecer bellas líneas melódicas. La actuación ha sido admirable en muchos aspectos. La forma de tocar ha sido muy muy tranquila y moderada con sensual encanto. Su entonación es generalmente sólida, con un tono cálido. La interpretación de Parra es bastante complaciente por lo que el piano en realidad nunca pisa la música de Villanueva, con un bello fraseo e implicación total en la dificultad, asimismo, cuando la exigencia de la partitura así lo requiere con un amplio rango dinámico entre ambas intérpretes. Los “fuegos artificiales” reales, tampoco defraudan. Las dificultades climatológicas del ambiente, gran humedad y bochorno, supusieron un grado de superación por su parte, con un resultado final óptimo.
El “Blues Sea”, composición de María Parra, dedicada a Isabel Villanueva, es una bella miniatura de ondulaciones marítimas de suave frescura de viento y brea sobre las olas. A destacar la transcripción de la “Sonata de Violín” de un movimiento (aunque se ha descubierto recientemente un Scherzo y esbozos de otros dos movimientos) de Granados que fue escrita para su amigo y colega, el violinista francés Jacques Thibaud, con quien solía presentarse. Se abre extremadamente suavemente, con unos suaves acordes de piano. Una elegante y sensual melodía de la viola entra, con solo una pizca de inflexión española, como arrancada del aire en una larga y continua pronunciación. De hecho, esto puede estar cerca de la verdad, ya que Granados en general compuso extremadamente rápido y realizó pocas revisiones, con frecuencia escribiendo trabajos completos en un solo estallido sostenido de inspiración. Estructuralmente, la obra gira en torno al estribillo de la viola, que vuelve una y otra vez en variaciones cada vez más apasionadas, dándole a la pieza el aire de una improvisación. Las suaves y ricas armonías cromáticas y las delicadas texturas finas de la sonata son bellas ilustraciones del estilo de Granados; también lo es la combinación perfecta del lenguaje romántico tradicional y los exotismos españoles. El acompañamiento de piano expresivo, que va desde el intrincado e intrincado trabajo de los dedos hasta la impetuosidad dramática, finalmente lleva el trabajo a su fin, y termina como comenzó, en un susurro.
Luis Suárez

martes, 17 de julio de 2018



16/07/2018 – Auditori Pau Casals, Comarruga – El Vendrell (Tarragona)
Festival de Música Internacional de Música Pau Casals – Música, guerra y nacionalismo – Steven Isserlis, violonchelo, Orquestra Simfònica Camera Musicae, Tomàs Grau, dirección.
Es difícil encontrar piezas de la música del siglo XX que hagan implícitamente justicia a las guerras de la época, y más en concreto a la Primera Guerra Mundial (Gran Guerra), mas en este concierto se diera la mezcla de Ralph Vaughan-Williams, con su exuberante y bella “Fantasía Sobre un tema de Thomas Tallis” y la figura de su amigo Pau Casals. La música flotante y de amplios poderes terapéuticos que es todo un clásico en si mismo dentro del arte musical, ha sido acusada de ser excesivamente cinematográfica, pero lo cierto es que la influencia fue al revés: una generación de compositores cinematográficos utilizó la partitura para representar el poder ensoñador de la campiña y costa británica, como un ejemplo para vincular la música a la subjetividad de personajes individuales, tanto por la combinación de las partes como por sus virtudes individuales. La colocación de la orquesta en el escenario tuvo el efecto deseado que atrae toda la instrumentación atmosférica, colores inventivos y especiales "sonidos ingleses". La actuación de Grau en la Fantasía es exuberante y brillante, y la orquesta de cuerdas se reproduce cálidamente dentro de una perfecta y ensoñadora transparencia.
El intrépido violonchelista británico Steven Isserlis tuvo el papel fundamental de un brillante virtuoso que pasa de sus excelentes grabaciones al directo. En el “Concierto para Violonchelo en Re Mayor” de Haydn juega con sentimientos profundos sin exagerar y recibe un apoyo especialmente bueno de la orquesta. Con una ejecución perfecta y contrastante entre los momentos de puro virtuosismo y los de lírica poética, el violonchelo va entrando y saliendo de la estructura temática básica y brindando una sensación de agilidad y meticulosidad sublime. Isserlis sabe contagiar su entusiasmo y extrema sensibilidad a partes iguales con el público y orquesta. Su interpretación está llena de su profundidad, belleza e ingenio con detalles sumamente nítidos. Con una gran presencia y claridad le da a la música un vigor e impulso que realmente ilumina los pasajes más rápidos y los lentos son simplemente sublimes, lleno de emoción y luz interior con un efecto simplemente fabuloso para los oídos más sensibles.
El Divertimento in D major de Mozart, K. 136 (K.125a) es el primero de un grupo de obras conocidas colectivamente como las sinfonías de "Salzburgo". Con solo 16 años de edad ya tenía el puesto de Concierto de la Corte de Coloredo, Príncipe Arzobispo de Salzburgo. La sección de cuerdas disfrutó exhibiendo una alegre apertura Allegro, en forma de sonata simple; un encantador Andante central; y un brillante y concluyente Presto. La brillante inventiva y virtuosismo hacen de ésta una obra maestra de obras maestras, en el grupo de piezas en la menor escala posible.
El “Idilio de Sigfrido” de Wagner, presentado como un saludo de cumpleaños sinfónico a su esposa Cósima en 1870, es una obra originalmente compuesta para una pequeña orquesta de cámara. Después de haber preparado y ensayado el trabajo en secreto, Wagner reunió a su pequeña orquesta en la escalera, de su casa en el paradisiaco paisaje a orillas del Lago de los Cuatro Cantones suizo, la mañana de Navidad de 1870 y despertó a Cósima con su primera actuación (el cumpleaños de Cósima fue el 24 de diciembre, la familia Wagner celebró ese día y las vacaciones de Navidad juntas). En el título no se refiere a la ópera del compositor del mismo nombre, como se supone a menudo, sino a su hijo pequeño. Se nos muestra aquí con una muestra genuinamente romántica y apasionada sin caer en los excesos del rubato y las dinámicas inexactas típicas del estilo. Grau nunca se desvía de gestos exagerados ni de sentimentalismo, y controla el impulso rapsódico con introspección de un trabajo particularmente íntimo donde los temas adquieren una naturaleza más general como expresiones de amor y afecto triunfantes.
Luis Suárez

domingo, 8 de julio de 2018

6 de julio de 2018 – Casa Canals de Tarragoba – Bouquet Festival – 22 Strings Quartet
Los miembros del cuarteto de guitarras y voz soprano pueden sorprenderte. Son tres guitarristas con formación clásica que se combinan entre ellos a la perfección a través de unos arreglos editados a su perfecto encaje de bolillos. Nos deleitan con música del repertorio de guitarra estándar alternando con temas de la música popular, saltando entre Europa y Sudamérica y lo extraordinario de ellos es que también son arreglistas e innovadores. Esto es evidente tan pronto como se escuchan las primeras notas de la pieza criolla de apertura. Aún y a pesar de la falta, por problemas de salud de Mónica Mun, la cantante, el resto de sus integrantes: Pilar Ramón Tomás, Carles Hoyo Fornés y Miriam Paretas Gil, suplieron perfectamente la voz, que es uno de sus atractivos.
Para los efectos de inspiración flamenca o americana, los guitarristas utilizan sus instrumentos como percusión y frotan cuerdas para imitar el sonido tangero. Perfectos ejemplos de mover sus dedos arriba y abajo de las cuerdas para crear efectos de percusión asociados con los ritmos exóticos de cada pieza. Una actuación en forma de divertimento, con miniaturas que resulta más fácil para el oyente disfrutar completamente y apreciar; también es fácil percibir la alegría que sienten los músicos cuando tocan juntos. Adaptaciones, transcripciones y extrapolaciones radicalmente reorganizadas y reinventadas para y por los propios intérpretes. Pero la asombrosa virtuosidad de la interpretación de nuestros protagonistas hace creyentes a todos de una asombrosa realidad del sonido cercano y transparente. Seguro que se hubiera notado mejor y de manera más nítida si hubiera sido en una sala de cámara y de acústica mas adecuada. El jardín exterior y el ruido (a veces del tráfico adyacente) hizo que algunos asistentes no pudieran captar el sonido a la perfección. Quizás se debiera prohibir la circulación de motores por el casco antiguo, como en muchas ciudades ocurre. Aún así, todo esto es ajeno a los intérpretes y organización. Actuación adecuada para agradar a todo tipo de públicos de uno de los conjuntos más internacionales de origen tarraconí.
Luis Suárez

sábado, 7 de julio de 2018


5 de julio de 2018 – Festival de Centcelles, Constantí (Tarragona) – Concierto Barroco: Isabel Serra, flauta barroca y Gloria Coll, violonchelo barroco.
Bajo el calor estival y en un entorno histórico de gran belleza, como es la Villa Romana de Centcelles, nos encontramos con un recital poco habitual. Arropadas por un público entregado y luego agradecido, la flauta y chelo barrocos de Serra y Coll, respectivamente tuvieron también la acústica como aliada. Un programa apoyado por grandes firmas de la historia de la música y que en algún momento nos han dejado partituras de gran valor para ambos instrumentos, tanto en dúo como por separado. El tono dulce y suave de la flautista I. Serra con el elegante acompañamiento del G. Coll, con un sonido íntimo bajo la cúpula bi-milenaria, fueron las principales bases de una interpretación arropado por conjeturas de profesionalidad, entrega y sensibilidad propia de los más estudiosos de la “música antigua” que nos revelaron unas obras tan encantadoras de Boismortier, Händel, Telemann, Quantz o Bach, bajo la bella sonoridad del chelo de época. Sonatas y piezas a solo con movimientos cortos y contrastantes, bajo la designación francesa y/o italiana que en los segundos casos citados resultan ser fantasías, como se anuncia en el programa y partitura, con una sensación de pura invención con pasajes que chocan contra la polifonía implícita y el pasaje virtuoso en una especie de flujo de conciencia. Ambas ejecutantes nunca han perdido el control de la línea general, tanto en dúo como en individual, dando una lección de bella musicalidad y tímbrica que roza la excelencia. Sin duda ha valido la pena para los amantes de la música de flauta y aquellas personas que quisieran descubrir algo nuevo.
Luis Suárez

jueves, 5 de julio de 2018


 NEXUS PIANO DÚO. PROMENADE. Mireia Fornells Roselló y Joan Miquel Hernández Sagrera, piano. Obras de Albéniz, Granados, Mompou y Montsalvatge. COLUMNA MÚSICA · 0353 · DDD · 60’s · *****RP

Proyecto discográfico del sello CM sobre la música para teclado a cuatro manos de prestigiosos compositores catalanes, a cargo de uno de los mejores dúos del ramo actual. La falta de muchas obras compuestas específicamente para la formación requerida, hace que la mayoría de las escogidas sean transcripciones de los mismos autores sobre obras suyas por diversas circunstancias; lo cual no quiere decir que mermen su calidad original. Asimismo se puede observar que la interpretación resulta óptima por la compenetración entre ambos. Un matrimonio de excelente talento tanto individual como en conjunto. Con obras como la “Pavana-Capricho”, una pieza elegante y alegre al mismo tiempo, logran un juego perfecto con una técnica adecuada de articulación precisa. Montsalvatge, con sus célebres “Tres Divertimentos” (1941), es interpretado sacando toda una música de expresión directa de la melodía ondulante y belleza sonora de la politonalidad. Albéniz en cuatro piezas de la “Suite Española nº1” op.47 vuelve con toda su vitalidad juvenil en el piano a cuatro manos, dejando resaltar los diferentes ritmos nacionales de la península, con una fluidez encomiable del ejemplo de corriente nacionalista relacionada con el romanticismo que Albéniz estaba entonces desarrollando bajo el influjo de Felipe Pedrell. Mompou con su estilo epigramático demuestra un grado de depuración, deliciosamente expuesto aquí con esta versión a cuatro manos de su “Comptines”. La única obra original para cuatro manos es la deliciosa partitura de Granados “En la Aldea” (1888) y Marchas Militares (1904). Despliegue de facultades expresivas por parte del Dúo de toda una serie de experiencias naturales, como el canto del ruiseñor que tanto seguiría inspirando al maestro leridano, en un alarde de sencillas frases llenas de encanto escritas desde la ventana de una buhardilla de París. En definitiva, un trabajo global de virtuosismo y sensibilidad exquisita a partes proporcionales.
Luis Suárez

martes, 3 de julio de 2018


2 de julio de 2018 – Festival Internacional de Música de Tarragona – Auditorio de la Diputación
Vespres D’Arnadí – Pere Saragossa, oboe – Marta Infante, mezzosoprano – Dani Espasa, teclista y director
Bajo un Auditorio abarrotado, lo cual da muy buena señal, ya que en los conciertos de cámara y más de música antigua no suele ser así por desgracia. En este caso la orquesta barroca por un polifacético Dani Espasa y el oboísta Pere Saragossa, despierta la expectación con un prestigio ganado pulso con una agenda cargada de actuaciones en los festivales estivales. Aquí, con una acústica especialmente favorable se hicieron notar demostrando una vez más una profesionalidad y musicalidad exquisita sin ningún lugar a dudas. Como comienzo Espasa se sentó al teclado para interpretar el “Concierto Op.4 nº3” de Händel, en sol menor para órgano y cuerdas, estructurado en cuatro movimientos. Alternado entre el virtuosismo y la dirección concisa con una sucesión de movimientos poco convencional, alternando dos Adagios con dos Allegros. La sorpresa es el primer movimiento Adagio, en el que el órgano permanece inactivo mientras que un violín solo, por Alba Roca, es bastante activo como una especie de sustituto. La orquesta abre el segundo movimiento de Allegro con un ritornello animado, después del cual Espasa se lució con una colorida interpretación del material temático. Toda la interpretación fue alternada entre afirmaciones solistas brillantes y a menudo virtuosas con ritornellos orquestales, produciendo todo el conjunto un sentimiento de alegría y delicia total.
Durante sus años como Kapellmeister en Cöthen (1717-1722), J.S. A Bach se le dio un respiro de la tarea, fundamental para cualquier músico de la iglesia luterana, de componer cantatas sagradas; pero cuando fue nombrado Cantor en la ciudad de Leipzig en 1723, inmediatamente comenzó a componer cantatas a un ritmo sorprendente. El trabajo exigía que él produjera una cantata para cada domingo y cada día festivo importante en el año litúrgico. Bach no siempre encontró tiempo para escribir cantatas completamente nuevas, pero aun así la tinta que pasó entre 1723 y 1729 en cantatas llenó varias cubas y de una calidad excepcional. Uno de los aspectos más destacados del tercer ciclo de cantatas de Leipzig, en el que Bach trabajó entre 1725 y 1727, es la “Cantata Vergnügte Ruh, beliebte Seelenlust”, BWV 170. Aquí entró en presencia una de las mejores mezzosopranos del panorama actual, Marta Infante, con una estructura basada en alternancia de arias entre las cuales se colocan dos recitativos. La interpretación estuvo a la altura de la belleza de la partitura. Con su hermoso timbre y una sensibilidad musical excelente hizo resaltar una música rica que palpita con pasión interior ese "descanso placentero" logrado únicamente a través de la unión con el Cielo. En la segunda aria, "Wie jammern mich doch die verkehrten Herzen" (Cómo me enamoro de aquellos cuyos corazones se han equivocado), sacó una textura fina llena de articulaciones puntiagudas sin una línea de bajo real, resaltando la falta de una fuerza que guía en la vida de las pobres almas perdidas de las que se habla en el texto. En "Mir ekelt mehr zu leben" (La vida me repugna), la tercera y última aria (otra vez una aria da capo), la mezzo pide ser liberada de los lazos de la vida para que pueda conocer la vida eterna en la que ella pueda encontrar la paz eterna.
Alessandro Marcello era el mayor de dos hermanos, nacido de una noble familia veneciana. Como Albinoni, eran músicos diletantes que podían elegir una carrera independiente en lugar de un empleo regular. El conjunto de obras más extenso de Alessandro es un conjunto de conciertos publicados bajo el título “La Cetra” en algún momento entre 1730 y 1740. Su obra más famosa es el “Concierto para Oboe en re menor, SZ.799”, y todo un “one hit wonder” publicado por primera vez en Amsterdam alrededor de 1717 entre una colección miscelánea de conciertos. Saragossa interpretó los movimientos externos de una manera lírica expresiva con el Allegro de apertura que alcanza una belleza elegíaca. El movimiento central fue leído de una manera profundamente sentida que aspira al patetismo genuino que J.S. Bach obviamente apreció las cualidades especiales de la obra; fue uno de los numerosos conciertos venecianos que transcribió, en este caso para clave solo (BWV 974).
“Dixit Dominus de Vivaldi”, RV 807 de Vivaldi fue atribuido erróneamente durante mucho tiempo a Baldassare Galuppi. Un trabajo maravilloso que valdría la pena escuchar más a menudo; un poco más oscuro y más operístico que el “Gloria, RV 589”. De nuevo el grupo se volvió a exponer como una máquina bien engrasada, haciendo posible la comunicación clara de detalles tan vívidos como la representación musical de una secuencia entre las cuerdas y mezzosoprano con el aria “De torrente in via bibet” y la fuga elaborada que concluye el trabajo. Arias interpretadas bajo conmovedora lectura, más bien operística llena de ritmos turbulentos y revoltosos como una pintura de texto vívida que encandiló al público asistente. La propina vivaldiana de “Orlando Furioso” fue de nuevo aclamada. Una sesión para no apartar del recuerdo.
Luis Suárez

lunes, 2 de julio de 2018




Édgar Martín – “Para los que aún no saben que les gusta la música clásica”.
Editatum – Conocimiento y Saber – Guía de Burros – 2018, 124 páginas.
¿Por qué son especiales guías sencillas y amenas como ésta? Si contestamos a manera del propio E. Martín, insigne pedagogo musical y director de orquesta, podríamos decir que ante las carencias eméritas de nuestro sistema educativo resultan necesarias este tipo de introducciones al arte sonoro, aunque solo sea para quitar los estereotipos temerarios ante la mal llamada música “clásica”. Destacando el texto directo y falto de florituras metafóricas, además de las logradas caricaturas de Carmelo Caatrad de los compositores, no ofrece dificultad alguna para adentrarse sin miedo en el universo de los grandes músicos de la historia. No son todos los que están, sin duda, pero son todos los que están.
¿Por qué sería tan importante una asignatura troncal en todo sistema educativo? El ser humano vive rodeado de música, de estímulos sonoros. Una nebulosa sonora nos envuelve continuamente y la lista de estímulos se hace interminable a lo largo del día y la música ha sido compañera de la humanidad desde los tiempos infinitos. Así pues, tal y como dijo el músico húngaro Zoltan Kodàly (que no está en la lista, por cierto) en una conferencia de la UNESCO en 1950 sobre Educación Musical; el tema a disertar era "¿Qué edad es buena para comenzar la Educación Musical en los niños?", respondió: “nueve meses antes del nacimiento". No podemos entender por tanto una vida sin música. Hay sistematizado todo un lenguaje musical desde el siglo XI, pero ¿la música se escribe?, pues me atrevería a decir que la música es nuestro lenguaje más arcaico, nuestra lengua innata. La música ejerce un impacto directo sobre la tonalidad del ser infantil, para el niño, es sinónimo de movimiento, el juego, actividad, emoción. En sus primeros contactos con la música. La influencia de la educación musical en el nivel inicial es importante porque así nos nutrirnos de la sensibilidad y la emotividad de los niños y niñas enseñándolos a conocer la belleza y a descubrir el placer estético.
Pero… ¿es tarde cualquier edad para adentrarse en la música clásica? Yo diría que no; muchos compositores han desarrollado sus cuadernos de “música para niños”, no solo para la edad infante sino para los “no tan niños”. Si bien el desarrollo cognitivo es más fuerte en la edad infantil, el saber no ocupa lugar y si muchos/as no deseamos dejar de asimilar nuevos conocimientos y adentrarnos en nuevos campos de la investigación y el saber constantemente, nunca es tarde si la dicha es buena. Esta guía es buena para dejar de ser “burros” y descubrir esta nueva experiencia. Un buen punto de partida con breves anecdotarios de los artistas, con recomendaciones de obras para adentrarse en los mismos. A partir de ahí la Providencia proveerá si se desea seguir adentrándose en el arte sonoro, que yo afirmaría que sí. Esto es solo el principio de un gran abanico de posibilidades.
Luis Suárez