lunes, 23 de diciembre de 2019


22/12/2019
Star Wars, más otras B.S.O de John Williams y la Orquestra Simfònica Camera Musicae dirgida por Vladimir Kulenovic. Teatre de Tarragona.
Aunque la 20th Century Fox entregara hace tiempo este tipo de producción a Disney, muchos/as seguimos teniendo es “feeling” hacia las primeras entregas y su increíble banda sonora. Aquí, como campaña de navidad la orquesta que nos acompaña, ha querido volver a aprovechar la tirada de la que, esperamos que sea la última entrega de la saga, y nos ha ofrecido el vibrante sonido de la orquestación del polifacético John Williams, juntada con otras piezas de diversas bandas sonoras inolvidables del compositor. Este conjunto de melodías y leitmotivs, pegadizos e inolvidables, parece estar más en sintonía con lo que atrajo al público a estas películas en primer lugar, y se vuelven locos con los efectos de sonido y las sabrosas opciones de diálogo de la banda sonora, con un gran recuerdo del conflicto interplanetario.
Los fanáticos y melómanos funcionales que buscan profundizar en el trabajo de Williams fueron recompensados. Tras la exuberante fanfarria inicial, icónica e incomparable, “The Phantom Menace” incluye el apocalíptico "Duel of the Fates", pero también contiene algo de fantasía juguetona con una instrumentación global para los mundos recién introducidos de Naboo y Tatooine. El presagio de "Marcha imperial", el caché cultural de melodías memorables desaparece desde allí a la aventura del “Attack of the Clones”. Las melodías elegíacas y de amor también son presentadas con “Princess Leia Theme” o “Throne Room”, donde Kulenovic saca el brillo del Williams más arrollador y un peligro premonitorio que el que Lucas podría sacar de los retaros de sus personajes, con momentos emocionantes que sorprenden a los oyentes fieles. Si bien faltan momentos también inolvidables como “Cantina Band" o “Anakin Theme”, la “Victory Celebration" de la Suite es un punto culminante glorioso de toda la colección: agridulce y triunfante, es una manera perfecta de decir adiós a estos personajes, su saga épica y diez discos de música clásica de películas.
Aquí, Williams combina lo antiguo y lo nuevo con sutileza experta, creando una experiencia exuberante que premia las repeticiones. Quienes estén familiarizados con su trabajo en otras sagas de gran presupuesto, como “Harry Potter” o “Superman”, reconocerán instantáneamente el acertado viento metal que impulsa la acción, las cuerdas agitadoras que intensifican la tensión y el alboroto que contribuyen tanto a la emoción. como las escenas retratadas en la pantalla. Williams también declaró sentirse influenciado por artistas románticos de la talla de Richard Wagner, o el inconfundible sentir de los acordes del “Marte, Dios de la Guerra” de Gustav Holst, como podemos sentir en sus partituras. La asociación de cuatro grandes figuras, de las últimas generaciones del cine, han dado lugar a una serie de obras maestras que, siendo juntadas a la mercadotecnia, han dado lugar a un equipo perfecto de inconfundible rendimiento económico y calidad artística: Steven Spielberg, George Lucas, Harrison Ford y como no, John Williams. Como él mismo le confesó, George Lucas le atribuye a la música de Williams la elevación de la historia de una galaxia lejana a otro nivel, tanto que le cambió el curso de la vida. "Verás, Star Wars estaba destinado a ser un simple viaje de héroe; una fantasía para los jóvenes ", dijo. "Y luego John escribió la música y la elevó a un nivel de arte popular que resistiría la prueba del tiempo". Hace mucho, mucho tiempo, Steven Spielberg y Lucas, dos jóvenes amigos, se sentaron en la playa a hablar sobre la historia galáctica y, al instante, Steven le recomendó a un músico adecuado, que sería Williams. Asimismo H. Ford confesaba: "Esa música me sigue a todos lados. Me suena en mente cada vez que camino por un escenario, cada vez que salgo de un plató (...) Invita a la participación emocional de la audiencia. Nos anima a sentir. Es un ejemplo de entretenimiento elevado al máximo arte”. Kulenovic también sabe del potencial de la música de Williams que hace asimismo retroceder al espectador a las vivencias del estreno del filme y supo expresarlo perfectamente con una orquesta al cien por cien de su capacidad, bajo una brillante orquestación que hace notar la formación de Williams como percusionista. Alrededor del noventa por ciento de las películas de Williams son música. Se hace en un estilo antiguo, pero no pasado de moda, como películas mudas, de modo que la música cuenta la historia. Gran parte del contenido emocional se transmite a través de la música tanto como a través de las escenas mismas. Gran parte del éxito de esta saga se debe en gran parte a esta pegadiza música, realizada por una mente privilegiada en el talento de fabricar melodías, el reforzamiento de los sentimientos y sensaciones perfectamente puntuados en cada corte y en algo también muy importante como es el leitmotiv melódico o tonal wagneriano, recurrente a lo largo de toda la partitura, asociando personajes, contenidos materiales de la escena, vivencias poéticas, etc. La orquesta estuvo así pues a un gran nivel, conjuntando todas las familias de instrumentos en uno solo. Una dirección firme y concisa que llevaba al espectador a través de unas imágenes mentalmente dibujadas a la perfección. No solo se remitieron a temas de aquel primer filme embrujador, sino añadiendo inteligentemente fragmentos de más piezas de la saga posterior no repetidas, sino para ellas creadas. Asimismo con la lectura apasionada de la música hacía volar al oyente con las bicicletas de un extraterrestre, el volar hacia la tierra de un superhombre, o la magia Potter. Todo ello sin solución de continuidad hasta arrancar la ilusión de un público entregado, pues no es fácil sentirse retroceder cuarenta años hasta la infancia, momento del estreno de aquella película de bajo presupuesto que no solo iba a cambiar la vida para siempre de aquellos cuatro jóvenes talentosos, sino la de todas unas generaciones de todo el mundo y del séptimo arte.
Luis Suárez

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