viernes, 2 de noviembre de 2018



Anders Clemens – Alexandre Tansman Selected Works For Guitar - Nordic Sound - NOSCD 1990 - 55's - ***** - DDD - S
Tanto en la música para guitarra de Tansman como en Clemens se puede encontrar una fuerte mezcla de poesía y lectura delicada de la partitura; esa delicada ternura que no reconocerá ninguna exageración o frivolidad, y esa lenta tristeza sutil con un fuerte sentido nítido de movimiento dinámico. Del compositor judío franco – polaco, nacido en Lodi, Polonia, el 12 de junio de 1897, se nos ofrece una cuidada selección de literatura guitarrística elaborada a partir de la sombra de André Segovia, a quien conoció en Paris a comienzos de los años 20’s, y en 1925 compuso para la “Mazurka” en la grabación incluída.  Piezas a la tradición de Chopin, junto con la poesía del Siglo XX, bajo un refinamiento lineal en su textura compositiva, eliminando de sí mismo todas las tendencias modernas a priori para dar un rumbo a su emoción musical natural. Al convertirse en un maestro de la sabiduría francesa ... no perdió nada del lado sensible de su arte ".
La música de Tansman aquí expuesta comparte con el neoclasicismo de Stravinsky y con la música francesa una tendencia hacia la claridad y la simplicidad, la evitación del patetismo y el énfasis, muy probablemente mostrando la personalidad del compositor. El guitarrista noruego nos expone una exquisita lectura, dotada de inventos melódicos y una percepción de la calidad sensual del tono.
La suite “Cavatina (1950)” es una colección de bailes. El Preludio que abre la suite recuerda uno de los movimientos de apertura populares en los días de los lutenistas. El Sarabande es majestuoso y misterioso. El Scherzino es un homenaje a los guitarristas virtuosos del pasado, como Fernando Sor. La Barcarole es una conclusión hermosa y fluida de una colección muy bonita de piezas de guitarra. La Danza pomposa (1961), que sigue es una danza en el estilo del siglo XVII. Las “Variations sur un thème de Scriabine” (1972) es una de las mejores partituras para guitarra de Tansman. En las variaciones, explora todas las diferentes posibilidades del instrumento mientras crea su propia síntesis de tema y variantes. El tema es el preludio de piano pesados ​​e inquietantes de Scriabin en mi bemol menor, Opus 16, No.4. En “Hommage à Chopin” (1969), Tansman crea una suite distintiva "al estilo" de Chopin. Es un romanticismo descarado y una mirada a las raíces musicales de Tansman.
En definitiva, un producto de simbiosis profunda entre compositor e intérprete que al fin Clemens plasma en grabación y que como única pega es no haber abarcado toda la producción guitarrística restante del mismo. Tal vez para futuras y celebradas ocasiones.
Luis Suárez

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