16 y 17 de marzo de 2019
Catedral de Tarragona – Palau de la Música de
Barcelona.
Orquestra Simfònica Camera Musicae – Rinaldo
Alessandrini, dirección. Obras de Beethoven y Händel.
Concierto de corte clásico – barroco ofrecido bajo la dirección de
Rinaldo Alessandrini, clavecinista, organista, fundador y director del Concerto
Italiano. Dos de los más grandes compositores de la historia de la música nos
acompañan, Händel y Beethoven.
En primer lugar tuvo lugar la “Obertura de Concierto, Namensfeier (Día
del Santo Onomástico)” op.115 de Beethoven. Si bien recibió su primera
interpretación el 25 de diciembre de 1815, en un concierto benéfico en la Redoutensaal
de Hofburg de Viena, no fuera publicada hasta abril de 1825, por Steiner en Viena. Habiendo escrito la
obertura en honor al cumpleaños del Kaiser Franz de Austria, Beethoven esperaba
que la pieza reavivara su popularidad pero no tuvo esa suerte. La pieza no
gustó entonces, ni en presentaciones posteriores en Londres, y es una obra
infrecuente hoy en día en las salas de conciertosy grabaciones. Los requisitos
patrióticos y ceremoniales raramente sacaban lo mejor de Beethoven, porque su
alma artística era profundamente individualista. Desde el acorde de apertura
Alessandrini capta la intención de Beethoven, destinado a obtener la atención
de la gente. Los ritmos majestuosos punteados en un ritmo de maestoso, que recuerdan a una obertura
francesa, conducen a un pasaje melódico silencioso, primero en los cornos,
luego en los violines. Buena e interesante ejecución aunque no hay nada
particularmente inventivo en la pieza, que, en algunos momentos, roza lo
grandilocuente. El sonido de la orquesta resultó profundo, exuberante y real.
Beethoven comenzó a trabajar intensivamente en su “Primera Sinfonía,
op.21” en 1799, completando el trabajo el año siguiente. La sinfonía, de rasgos
clasicistas es recibida con entusiasmo en su estreno, y ya tenía portentos de
la llegada del radicalismo del compositor. La lectura de Alessandrini de los
tempos son generalmente rápidos, y las texturas son inmaculadas, mientras que
las cuerdas juegan con un vibrato mínimo, y los vientos ofrecen sonoridades
distintivas y coloridas. La ejecución tuvo la flexibilidad dinámica con las
cualidades sólidas que todos desean en Beethoven, con una acústica que favorece
la calidad de sonido, nítida y limpia con una resonancia ideal, y una lectura brillante
del contrapunto muy denso del genio de Bonn, antes de que el trabajo termine en
una reafirmación positiva y triunfante de Do mayor.
Entre el medio de las obras de Beethoven, nos encontramos con Händel y su
“Music for the Royal Fireworks”, una de las obras instrumentales del barroco
más interpretadas y grabadas del todos los tiempos. Podría decirse incluso que
se podría vincular a la ciudad de Tarragona, dada la excelencia de su distintivo
“Concurso estival para los Fuegos Artificiales”. El sello distintivo del estilo
italiano, que podría describirse como el perfeccionamiento de cada textura
barroca hasta un punto fino, funciona espectacularmente bien en los bailes cortos de Handel una vez que
entras en el ambiente. Los ritmos son genuinamente suntuosos y rústicos, los
diversos movimientos que involucran al viento metal ponen en marcha los
instrumentos naturales del grupo de tal manera que recrean una sensación de
verdadera sorpresa. La Obertura ha
valido por si sola la asistencia al concierto, pero las magníficas líneas de
"La Paix" y los espléndidos contrastes seccionales de los minuetos rozaron lo sublime. La
actuación ejemplar de la orquesta, a las órdenes de Alessandrini, fue refinada
y precisa, pero a la vez muy grande, con una grandiosidad conmovedora. La
plantilla sinfónica aquí se transforma, de una manera versátil (como nos tiene
acostumbrados) en una orquesta de cámara con vientos dobles o triples, con un sonido
majestuoso y sorprendentemente poderoso. La reproducción resultó nítida y la
articulación rítmica salió reforzada, pero el sonido nunca fu impetuoso. De
hecho, la mayoría de las veces ha resultado seductoramente sensual, una
integración embriagadora de precisión y una forma flexible y bien formada.
Genial firma de Alessandrini.
Luis Suárez
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