Cesar Franck y
Serguei Rachmaninov – Sonatas para violonchelo y piano · Delis Dúo (Irma Bau
Rubinat, chelo – Irina Veselova, piano) · Solfa****P · 66’s
Primer trabajo de este interesante dúo femenino catalano –
ruso. Presentación bella, de fotos en naturaleza de las protagonistas y acorde
con las hermosísimas obras que contienen. Sonatas con ambos instrumentos a la
misma altura de protagonismo equilibrado. Ante la falta de un libreto acorde
explicativo de las mismas, solo de presentación curricular de las inrtépretes, pasamos
a definirlas.
La primera de ellas, es una adaptación aprobada por el
compositor de la célebre “Sonata para Violín” (1886) del organista, pianista y
compositor franco-belga Cesa Franck (otra adaptación muy arraigada es para
flauta y piano, junto con la viola). Excelente
síntesis del lenguaje harmónico excepcionalmente rico y cíclico temático de
Franck y la tradición clásica vienesa que llegó a ser tan apreciada en las
últimas etapas de su carrera. La Sonata fue compuesta como un regalo de bodas
para el famoso violinista belga Eugene Ysaÿe, quien la interpretó en sus
celebraciones matrimoniales el 26 de septiembre de 1886. Maravillosa lectura vigorizante
del dúo al enfatizar su sensualidad
apasionada a expensas de su fuerza musical como una gran música romántica
tardía, música profunda y convincente escrita en el lenguaje paneuropeo del
cromatismo decadente, imaginando la obra como esencialmente la música del dueto
de amor, brillando, resplandeciendo, volando, hinchándose y expirando en
oleadas de éxtasis donde la música se encuentra con suaves suspiros, tiernas
caricias y una cálida y apasionada intimidad. Es sin duda, un desafío
particular para Bau Rubinat, ya que el chelo lleva la idea / motivíca
fundamental que define todo el trabajo. En cierto sentido, el potencial
implícito contemplativo y emocional de esta composición está limitado por la
reiteración de la idea principal, y la chelista consigue, para mantener el
impulso de la obra, explorar imaginativamente el vasto potencial sonoro del
instrumento. El resultado final es una interpretación rica y satisfactoria que
recompensa al oyente con sonoridades originales y fascinantes.
Rachmaninov completó su “Sonata para violonchelo y piano,
op. 19” en noviembre de 1901, y dio el estreno en Moscú con el violonchelista
Anatoly Brandukov, el 2 de diciembre de ese año, pero aparentemente hizo varias
modificaciones en los siguientes diez días, ya que escribió la fecha del 12 de
diciembre de 1901. El pianismo claro y asertivo de Veselova complementa
bellamente la lectura sutil e imaginativa de Bau Rubinat de la partitura. De nuevo, como en la anterior, esta obra es
pura poesía musical. El lenguaje del tardo-romanticismo de Rachmaninov no está apoyado,
necesariamente, por temas principales, ideas fundamentales y construcciones
cíclicas. La melodía única de Rachmaninov, vasta, oceánica, fluida y libre en
su auténtico lirismo, encuentra el mediador perfecto en el cálido, íntimo, rico
y poético juego de Bau Rubinat. Gracias a la profunda comprensión de Veselova
del genio de Rachmaninov, esta sonata finalmente gana reconocimiento como una
de las mejores obras del repertorio de violonchelo moderno. El tercer
movimiento es visto por muchos como el más fuerte de los cuatro. Marcado como Andante, comienza en el piano de
Veselova con un hermoso tema de carácter íntimo y apasionado. Después de entrar
el violonchelo, el material se expande en gran medida como lo hace la melodía
en el segundo movimiento del “Segundo Concierto para piano”. Se alcanza un
clímax poderoso y el movimiento finaliza suavemente.
La grabación, en su conjunto es superior en presencia y
profundidad; el sonido es bastante bueno, captando en gran medida la presencia
real y vigorosa interpretación de este dúo que nos presenta estas dos joyas del
romanticismo tardío, compatibles con dos joyas pulidas, en gran medida, de la
interpretación contemporánea.
Luis Suárez
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