Crítica
– Homenaje a Joan Guinjoan y “Carmina Burana”
Tarragona
El compositor catalán,
recientemente fallecido, Joan Guinjoan se ha llevado el protagonismo en la
apertura del concierto, con la interpretación que la Orquesta ha hecho del
ballet “Fantasía de Trencadís” incluido en su ópera “Gaudí”. Esta obra del
compositor tarraconense, con libreto de Josep Maria Carandell, se estrenó en
noviembre de 2004 en el Gran Teatro del Liceo. Uno de los más personales y
característicos autores de la llamada Generación
del 51, que supo conectar la música española con las corrientes más
avanzadas de Europa.
Una de las obras corales del siglo XX
más populares es, sin duda, la cantata–ballet “Carmina Burana”, de Carl Orff. La
obra está basada en 24 poemas medievales
que fueron encontrados en 1803 en un códice datado entre los siglos XII y XIII
que estaba guardado en un monasterio benedictino alemán. Orff combina de forma
admirable la sencillez de las melodías que reflejan la procedencia antigua de
los textos, con ritmos más complejos influenciados por Stravinsky. Un “one hit
wonder” que le marcaría el resto de su vida, sin apenas ser recordado por
alguna otra de sus obras, salvo por personal del gremio musical. Se puede
recurrir muchas veces al “Carmina Burana” y siempre el aforo estará lleno, con
o sin ballet. En un principio su popularidad se debe a la fuerza de su
apertura, "O Fortuna". Pese a lo dificultoso que es, dado a la
cantidad de muestras de grabaciones e interpretaciones de la obra por todo el
mundo a las que se pueden tomar como comparativas, proponerse una producción de
tal calibre ha resultado una brillante representación llena detalles
increíblemente definidos. Todos los textos latinos están enunciados con fuerza
por los solistas y el coro, y la orquesta tocó con una precisión
extraordinaria; incluso las partes están sin pausa, al fin de evitar (lo cual
es más que difícil) aplausos efusivos al final de las secciones, por parte del
público asistente no iniciado en materia y hacer que la interpretación se sienta
lo más nítida y fluida posible. Los solos vocales destacados en fraseo y
expresividad del barítono De la Riva y el contratenor Ferri-Benedetti son deliberadamente
cómicos y entretenidos; presentan placeres de la vida tales como: comer, beber,
reír, amarse, disfrutar de la naturaleza o el juego y no están exentos de
críticas mordaces al clero y a los gobernantes por textos de estudiantes y goliardos (clérigos jóvenes o
empobrecidos) que satirizaban a la Iglesia Católica y que se extendían en temas
como la naturaleza efímera del dinero. El canto de la soprano en "Stetit
puella" e "In trutina" es hermoso en tono y expresión, y está
bien adaptado a los momentos más impactantes de esta cantata y a las bellas
capacidades tímbricas de Sara Blanch. El coro tiene un sonido razonablemente
completo e inteligible, pese a las dificultades del texto en latín. La interpretación
lo captura todo, energía y entusiasmo, aunque hay momentos aislados en los que
parece que una acústica más adecuada de la sala podría haber hecho que el
conjunto sonara un poco más completo.
Luis
Suárez
Sara
Blanch, soprano; Flavio Ferri-Benedetti, contratenor; Germán de la Riva,
barítono. Coral de la URV. Coro de la FCEC. Orquestra Simfònica Camera Musicae
/ Josep Caballé Domenech. Obras
de Guinjoan y Orff.
Teatre
de Tarragona.
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